Cartas hacia el Polo Nortes
Ignacio Barrantes Solano, de 6 años, comenzó en octubre a pedirle a su mamita, Floribeth Solano, que le ayudara a hacer una cartica para mandársela a Santa Claus.
Este vecinito de Alajuelita hizo una bien linda de lo que desea para Navidad; quiere un lego, un dinosaurio de los de “Jurassic World” y un pasito porque el año pasado a su mamá se le quebró el que ponían.
A principios de noviembre Ignacio comenzó la aventura de la cartita y unas dos semanas después la terminó. Por lo pronto la puso en el arbolito, pero ya pronto se va para el Polo Norte porque la van a ir a dejar a Correos de Costa Rica.
Ilusión viva. La ilusión de los niños ilumina la humanidad. Sin importar la pandemia ni tanto rato amargo que ha tenido este 2020, el amor siempre triunfa y tres niños costarricenses se convirtieron en los primeros que le dejaron su cartita a Colacho, posiblemente Ignacio sea el cuarto.
Correos de Costa Rica nos confirmó que ya están en su poder esas primeras tres cartitas que van cargadas de ilusiones y también nos aseguraron que apuran el paso para enviarlas lo más pronto posible hacia las frías tierras del norte.
Deben llegar cuanto antes al taller de Santa, que por estos días es un hervidero de trabajo.
Fue a finales de noviembre que ingresaron las cartas, pero las esperaban desde principios de mes. En Correos piensan que la pandemia tuvo algo que ver en el atraso.
Correos se emociona. Son cartitas con luz propia. Los trabajadores de Correos las reciben y las cuidan, a ellos también los ilusiona ver cómo los niños mantienen intacta su fe incluso en los momenros más duros.
Don Alexis Porras Alvarado, auxiliar postal del Centro de Tratamiento Postal en Zapote, está muy ilusionado.
Tiene 14 años de trabajar para Correos y siempre espera con entusiasmo los pedidos de nuestros niños.
“Es un sentimiento muy lindo saber que todavía hay chiquitos que creen en Santa, igual que cuando uno estaba pequeñito. (Las cartas) vienen de muchas partes, dirigidas al Niñito Dios, a Santa, para el Polo Norte, según la imaginación de ellos”, comentó don Alexis.
Sin embargo, se puede decir que las carticas de este 2020 valen su peso en oro. si bien el año pasado se recibieron más de mil misivas producto de un concurso que realizó Correos y en el cual motivó a los chiquitos a escribirle al Niñito Jesús --o a Santa-- para ganar plata; pero este año no hubo competencia.
Una tradición. Carla González Barboza, vocera de Correos de Costa Rica, dijo: “Nos llena de alegría ser cómplices de la ilusión de los más pequeños.
“Tradicionalmente desde noviembre comienzan a llegar las primeras cartas al Niño Dios o a Santa, los niños visitan con sus padres o familiares las sucursales de Correos de Costa Rica para tramitar el envío de las cartitas”.
No se necesita mucho dinero para enviarlas. Carla recordó que así como les llegan sobrecitos con muchos adornos, otros son sencillos y ellos no hacen ninguna distinción. Todos se echan en el saco que va para el Polo Norte.
“Los niños ponen a trabajar su creatividad cuando se trata de plasmar sus deseos de Navidad. Recibimos sobres sencillos, con los datos claros de quién envía la carta y a quién va dirigida; también nos llegan muchos llenos de color, con dibujos, calcomanías, escarcha y otras decoraciones que dejan ver la ilusión con la que los preparan”, dijo.
Cualquier chiquitín puede enviar su cartita, no ocupa mucho: el papel, un sobre de cualquier tipo, ponerle bien clarito el nombre y, por supuesto, más clarita la dirección tanto del remitente como del destinatario.
Para mandarlas, el menor de edad debe llegar acompañado por un adulto y todas las sucursales, así como las oficinas centrales de Correos, están listas para recibirlas.
Como son dirigidas a Santa no necesitan estampilla y el precio de envío no supera los 600 colones. Después queda solo esperar si Santa o el Niñito responde, o esperar los premios por el buen comportamiento del año.