Dios póngale límites y salve mi diciembre

Desde siempre escuchamos acerca de límites, quizá con algunos de los sinónimos tales como frontera, lindero, término, acabar, fin, etc. la biblia narra muchos acontecimientos donde Dios pone límites, desde génesis cuando por el poder de su palabra ordenó y separó la expansión de modo que fueron los cielos, dio otra orden y se creó el mar y la tierra, hasta en Apocalipsis donde se describe el cielo y el infierno, la vida eterna y la condenación eterna.

Hay un acontecimiento que encontramos en Hechos 3:1-10, sobre un hombre cojo desde el vientre de su madre. es un caso triste, pues las personas con esa condición no podían ganarse el sustento por medio del trabajo, por lo tanto, se veían forzados a tener como estilo de vida pedir limosna, siempre esperando recibir.

Satanás, el diablo, siempre busca marcar al ser humano desde su niñez. Usa la agresión, el abuso, la violación, la necesidad, la enfermedad, etc., de esa manera se garantiza controlar las vidas, atormentando, distrayendo a la gente del vivir la vida abundante que se nos ha prometido. la vida del hombre cojo cambió radicalmente cuando recibió, no monedas a las que estaba acostumbrado, sino el milagro, finalizó toda limitación en sus piernas, de modo que pudo levantarse, andar, saltar y adorar a Dios.

Amado lector, le tenemos la mayor y mejor noticia, Jesucristo que es el mismo ayer, hoy y siempre, desea poner término, fin o límite, a toda imposibilidad, todo espíritu limosnero, toda conmiseración, todo lo que te ha paralizado, estancado, todo aquello que, por días, semanas, meses, años y décadas, te ha convertido en alguien que solo espera recibir. no te conformes con tu situación, hoy es el día, ven al que tiene el poder de darte tu milagro, Dios te ama y te dice: “levántate y anda, hay algo mejor para ti, Yo soy quien te salvó, sanó y liberó”.