Broma de mal gusto
José Luis Flores se siente indignado por saber que el cura Manuel Enrique Chavarría Estrada usó el tema del covid-19 y las vacunas contra la enfermedad para hacer una “broma” del Día de los Inocentes.
Flores, de 26 años, estuvo contagiado de coronavirus y este lunes en la mañana revivió los duros momentos en los que estuvo conectado a un respirador debido a que el virus afectó su sistema respiratorio.
El cura hizo varias publicaciones en su cuenta de Facebook, en la que puso montajes que asemejaban medios de comunicación en los cuales se informaba que él era el primer tico en recibir la vacuna y que las vacunas serían rifadas.
“Yo soy un fiel católico y de verdad que la actitud de este sacerdote me causa mucho dolor. Una persona así debe dar el ejemplo en cuanto al tratamiento de temas delicados, sobre todo porque él tiene mucho contacto social y porque debe ser un hombre de fe”, dijo Flores.
“No se puede bromear con algo tan delicado como lo es un virus que nos ha causado complicaciones serias de salud a muchos y que acabó con la vida de otros. Hay familias que están llorando la pérdida de sus seres queridos y ven en esta vacuna con esperanza, no como algo sin importancia; hay cosas para reír, pero otras son más serias y si se usan de mala manera pueden ofender”, añadió.
En Costa Rica, el covid-19 les ha quitado la vida a 2.065 personas.
Vieja costumbre. Al consultarle al sacerdote sobre las publicaciones, dijo que para él es una costumbre hacer montajes para bromear cada 28 de diciembre.
“Lo hago para rescatar la costumbre que tenían nuestros abuelos de hacer bromas ese día y para destacar la inocencia y la credulidad de la gente. En ningún momento es una burla a la crueldad de Herodes ni a las personas que han padecido coronavirus o han perdido a un familiar por el virus”, dijo.
El religioso sostuvo que la mayor parte de la gente que ve sus publicaciones se apunta a las bromas.
“Una persona que esté bien informada, que ve las noticias sabe que las primeras vacunas fueron puestas hace cuatro días (el 24 de diciembre). Siempre cuido eso, que la persona, con la mínima prevención sepa que es una broma, ya tiene que estar muy desinformada para que la crea del todo”, agregó.
El sacerdote, quien es formador en el Seminario Nacional, añadió que para sus bromas tiene un cómplice, el hijo de unos amigos que le hace los montajes.
Una vez hicieron uno para
dar a entender que el cura se había tatuado un león en el hombro, cuando era párroco de León XIII; otra vez que se había metido como improvisado al redondel de toros de Zapote; en otra ocasión hicieron el montaje de que se había tirado en paracaídas desde una avioneta y otro año que había estado en un programa de radio con el papa Francisco.
Chavarría defiende sus bromas y dice que no tienen nada de malo, pero como sabe que no a todo el mundo le gustan-- con razón-- pide a quien no comparte su sentido del humor que no se meta a su Face.
“Ninguno está obligado a ver las bromas, el Facebook es público pero entra el que quiere verlo, el que se arriesgue a ver lo que está publicado y deben respetar, esto es como entrar a una casa ajena, si uno no está de acuerdo respeta y se va”, comentó.
Mucho cuidado. La doctora María Luisa Ávila, exministra de Salud, dijo que con este tipo de publicaciones hay que tener mucho cuidado.
“Lamentablemente de buenas intenciones está hecho el camino al infierno, un tema tan sensible como lo es el covid-19 y las vacunas hay que tratarlo con mucho cuidado por que es algo que ha llevado luto y dolor a muchísimas familias.
“El generar contenido falso sobre estos temas, aunque sea para una broma, puede causar confusión en mucha gente y causar un efecto contraproducente. Definitivamente hay cosas con las que hay que ser muy cuidadoso y no bromear”, dijo Ávila.
La Teja consultó en la Curia qué posición tienen sobre la broma del sacerdote, pero en prensa dijeron que por tratarse de publicaciones hechas en un perfil personal de Facebook era el mismo cura quien debería responder sobre el asunto y que los superiores no se referirían al tema.