Primera y última
El técnico del Cartaginés, Hernán Medford, sufrió para cumplirle una promesa a su hija Rashany, quien el 7 de enero cumplió 26 años.
El Pelícano y su primogénita se fueron a tatuar este martes y Medford, de 52 años, afirmó que marcarse la piel ha sido el mayor dolor que ha sentido en su vida.
“Hace como un mes lo hablamos, mi hija quería que fuera con ella y le cumplí la promesa. La verdad no pensé que dolería tanto, pero ya les dije, primera y última vez, nunca más”, dijo el entrenador.
Este fue el primer tatuaje de Medford, se lo hizo en el brazo izquierdo y quiso que fuera significativo, y nada más representativo que las iniciales de los nombres de sus hijas, Rashany y Kaneesha, de 21 años.
“No soy muy aficionado de los tatuajes, pero pensé que si alguna vez me hiciera uno sería con las iniciales de ellas. A veces uno debe cumplirles las promesas a los hijos y ellas son lo más representativo que tengo y si al final me lo iba a hacer, debía ser con algo simbólico”, aseguró.
Hernán contó que se hizo el tatuaje en Samsara Tattoo Studio, en Curridabat, y tardó una hora sufriendo en la silla. Sus hijas están muy felices por el detalle.
“Estas son cosas que uno puede compartir con los hijos, eso es lo que queda, las cosas que se comparten. Con esto no se perjudica a nadie, es algo que se podrá contar como una bonita anécdota en el futuro.
Mi hija sacó la cita, el lugar cuenta con gente muy profesional y fuimos con todos los cuidados”, afirmó el orgulloso tata.
Un superpapá. El entrenador brumoso se definió como un superpapá, pues trata de complacer a sus niñas en lo que pueda, sin irse a los extremos.
“La gente que me conoce sabe que soy una persona que siempre salgo con mis hijas, hablo de ellas, soy muy cercano a ellas. Compartimos muchos momentos juntos y tienen una buena relación con mi pareja Ingrid y con sus hijos”, comentó.
Medford dijo que les gusta ir a comer, ver películas, ir a la playa e inclusive, sus hijas lo acompañan al estadio cada vez que el equipo que dirige juega de local.
“Tenemos una relación bastante sana, lamentablemente antes lo que hacíamos juntos era ir al estadio y ahora eso se ha limitado con la pandemia. Cuando estamos en la casa les cocino, les gusta que les haga de todo un poco”, agregó.
El técnico dijo que sus hijas son muy inteligentes, tienen mucho carácter y una de ellas ya es profesional.
“Rashany es sicóloga y constantemente la veo haciendo talleres, brindando consejos en sus redes sociales y Kaneesha está a año y medio de ser maestra de preescolar. Son muchachas centradas, con vidas normales y muy pocas veces les jalo las orejas”, afirmó.
Sus muchachas no tienen un equipo definido, sino que apoyan al club que su papito entrene.
“Se quitan una camisa y se ponen otra, en este momento son brumosas. Ellas, mi pareja y sus hijos me apoyan en las buenas y las malas, uno sabe que siempre están. Antes de cada juego mis hijas se comunican conmigo y a veces se juntan con mi pareja para ver los partidos”, destacó.
Con esto no se perjudica a nadie, es algo que se podrá contar como una bonita anécdota en el futuro”.
Hernán Medford, Técnico del Cartaginés