Liga en modo vacuna: repitió dosis
MANUDOS VACILARON Y GOLEARON 3- 1
Por segunda vez, en menos de una semana, Alajuelense le dio la vuelta al marcador en el clásico para dejar tendido 3-1 al Monstruo, por la fecha siete del Clausura 2021, y consolidar su liderato. Ya el miércoles le había dado la primer dosis en la final de la Liga Concacaf y ayer le tocaba la segunda.
De nuevo el equipo del Paté no pudo sostener el marcador ante su archirrival en un primer tiempo en el que fue mejor, pero en la segunda parte perdió la ventaja y marcó el fin del técnico en el banquillo morado.
Otra dura imagen para los morados fue ver nuevamente a Marcel Hernández celebrarles en la propia cara. El cubano marcó el segundo gol y demostró, una vez más, que le encanta hacerles daño.
Para Marcel fue su partido 100 en Costa Rica y de paso fue su segundo clásicazo.
La alegría de los goles y el marcador para los manudos al final del juego contrastó con el inicio, cuando brotaron las lágrimas de Johan Venegas, en el centro de la gramilla de la Catedral, debido a la sorpresiva muerte de su papá.
No sabemos si esa tristeza contagió a sus compañeros porque equipo rojinegro se vio muy apagado en ese primer tiempo.
También daba tristeza ver cómo algunas de las variantes de Andrés Carevic no le pegaron, por ejemplo la de Giancarlo Castro, quien lució perdido y jamás se metió en el partido. El carajillo dejó ir una gran oportunidad para mostrarse.
Al igual que en la final de la Liga de Concacaf del miércoles, la “S” entró mejor, tocando rápido la puerta de la cabaña de Leo Moreira con un remate de Daniel Colindres al 6 y otro de Marvin
Angulo al
10.
La Liga clavó el primero al
13, luego de un centro al área de Jurguin Román que cerró de cabeza el mexicano Daniel Espíndola, pero Henry Bejarano anuló por un fuera de juego que solo él vio.
Ni siquiera Rándall Poveda se pudo poner de acuerdo en el análisis que hizo en FUTV, dijo que el manudo tenía la mano adelantada, pero según la regla eso no cuenta, pero al final aseguró que sí estaba metido, Cantinflas es cualquier vara a la par del enredo que hizo el exárbitro.
Cuando el primer tiempo estaba por irse, el Monstruo merecidamente se adelantó en una jugada en la que agarró a la zaga eriza dormida al meterse fácil por la banda izquierda.
Jimmy Marín se llevó sin ningún costo a Ian Smith, uno de los puntos más flojos en la Liga, y puso la pecosa al centro, donde Daniel Colindres cerró bajo del marco al 45. Gol e ilusión para los de Tibás.
Se pellizcó. Por dicha para los manudos, su equipo se pellizcó para el arranque del segundo tiempo y las variantes le dieron el aire y dinámica que no tuvo en los primeros 45 minutos.
Geancarlo Castro salió de cambio, dejó un clásico que le quedó gigante, también jaló Barlon Sequeira y en su lugar entraron Alonso Martínez y Jurguens Montenegro, dos chamacos que le cambiaron la cara a lo que la Liga ofrecía.
En apenas el primer desborde de Alonso, llegó a línea de fondo, la puso al centro, Aubrey David apenas la tocó y la pecosa le pegó a Esteban Espíndola en la rodilla para irse al fondo al 48.
Con sus nuevos extremos la Liga ya lucía de otra manera,
Martínez dio la chispa esperada.
Los locales vivían sus mejores momentos, Marcel puso un cabezazo picado al 63 que Aarón Cruz tapó de muy buena manera al centro del marco.
Un minuto después Colindres pegó la pecosa en el horizontal manudo, un remate que llevaba fuego, la amenaza del Monstruo seguía muy viva a pesar del repunte rival.
Sin embargo, a diferencia del León, que los cambios lo revitalizaron, las variantes que hizo Paté no mejoraron en nada y más bien dio ventajas.
Cuando el empate empezaba a hacerse grande, Alex López sacó un pase de esos que sabe hacer y puso a Marcel a volar hasta llegar al mano a mano con Aarón y el resto es historia.
El cubano definió como bien sabe, llegó a su pepino once ante Saprissa y dejó su marca en apenas su primer clásico por el torneo local.
Al final de la mejenga las cosas se desplomaron por completo para el Monstruo, perdió a Michael Barrantes por roja directa en una confusa jugada y un acto de malacrianza que le saldrá caro, y para peores les cayó el 3-1 en tiempo de reposición.
Jurguens Montenegro anotó por primera vez en un clásico concluyendo un jugadón que nació por la derecha de Marcel para Martínez, quien se internó en el área y sirvió hacia atrás. Fue el 3-1, resultado lapidario que le costó el puesto a Paté.