“ALGÚN PROPÓSITO TIENE DIOS PARA MÍ”
Defender a una mujer que iba a ser apuñalada por su pareja casi le cuesta la vida al pulpero Sergio Espinoza Vargas, de 30 años, pues el agresor, apellidado Alfaro, se le fue encima y le pegó 18 estocadas.
Espinoza, quien es dueño del minisúper “El buen precio”, ubicado en el pueblo El Dos de Tilarán, Guanacaste, aseguró que es un verdadero milagro que haya sobrevivido al brutal ataque, el cual ocurrió la tarde del lunes 11 de enero.
“Para mí que Dios puso su mano en cada intento que hizo ese hombre de matarme de una puñalada, algún propósito tiene Dios para mí”, dijo el comerciante.
Ni siquiera esa terrible experiencia pudo alejar a Sergio de su negocito, pues a los pocos días de haber salido del hospital ya se encontraba de nuevo breteando. Aún siente dolor en varias heridas, pero la recuperación más difícil ha sido a nivel emocional.
Gritos de ayuda. El pulpero recordó que una mujer, de nombre Katherine, entró a su negocio pegando gritos para que la ayudaran, ya que aseguró que Alfaro la intentó matar en la casa.
“Dijo que el hombre se había descontrolado por tomar guaro y otras sustancias. Me pidió que le prestara el teléfono para llamar a la Policía, luego se fue.
“Como a los veinte minutos ella regresó gritando porque el sujeto se fue a buscarla a la casa de un vecino y, a lo que entiendo, lo amenazó con puñal y lo obligó a llevarlo donde ella estaba”, contó Espinoza.
A como pudo, la mujer cerró las puertas del minisúper, pero esto no detuvo a Alfaro, quien despedazó la puerta y se metió a la brava.
Endiablado. Espinoza dijo que Alfaro estaba como endiablado, primero agarró a la mujer y la golpeó, luego alzó su puñal para atacarla, pero en ese momento él intervino.
“Cuando le iba a clavar el puñal le dije que por favor no cometiera una desgracia, entonces se puso enojadísimo y me dijo: ‘hijo de la tal por cual, ahora voy con vos’, y se me lanzó.
“La primera puñalada me la pegó en la cabeza, cerca de la frente, luego me pegó otra en el brazo, que casi me pasó de lado a lado, luego me dio otra en el estómago. En total me pegó dieciocho puñaladas”, detalló Espinoza.
Al ver que su vida estaba en riesgo, el pulpero se enfrentó al hombre e intentó agarrarle las manos, pero Alfaro seguía mandando filazos a lo loco.
“Hubo un momento en el que me iba a clavar el puñal en el pecho, pero en eso llegó un vecino, que se llama José Luis, y lo agarró, si no hubiera sido por ese señor creo que me hubiera matado”, dijo Sergio.
Perdió el valor. Según Espinoza, una vez que lograron desarmar a Alfaro a este se le quitó lo endiablado, y más se hizo la víctima.
“Cuando nosotros le quitamos el puñal el hombre se transformó, perdió toda la valentía, lo que hizo fue agarrarse de un estante”.
Aún herido, el pulpero pidió que le trajeran un mecate para amarrar a Alfaro de la cintura y sacarlo del local.
En un inicio se había dicho que fueron los vecinos quienes amarraron al sospechoso a un árbol, pero Sergio dijo que él se encargó de dejarlo bien amarrado al palo, en donde el hombre lloraba y pedía ayuda.
Sentía que iba a morir. Luego de que se le bajó la adrenalina, Espinoza se sentó en una banca y cayó en cuenta que se encontraba seriamente herido.
“Como a los dos minutos empecé a perder la vista, nunca en mi vida había estado en una situación así ni sentido algo tan feo, sentí que me iba a morir”, recordó.
Afortunadamente el pulpero fue ayudado por su suegro, quien lo subió a un carro para ir a topar a la ambulancia que llamaron.
Los paramédicos le suministraron oxígeno y esto hizo que Espinoza recuperara la vista, luego lo llevaron al hospital de Tilarán y de ahí al de Liberia.
Sergio fue operado y pasó una semana internado. Asegura que en esos días le puso muchas ganas a su recuperación, pues no aguantaba estar sin hacer nada.
“Cuando volví al negocio lo primero que hice fue ver dónde había pasado todo. Yo tengo un niño de nueve años que aún tiene problemas con eso y no ha regresado porque él vio todo lo que pasó”.
El pulpero está orgulloso de lo que hizo e incluso dijo que lo volvería a hacer, pues no puede hacerse de la vista gorda ante una injusticia.
Además contó que Katherine no se ha acercado para agradecerle lo que hizo por ella.
En cuanto a Alfaro, Sergio dijo que presentó una denuncia penal en su contra y de momento el hombre cumple tres meses de prisión preventiva.
Físicamente hay algunas heridas que todavía me duelen, y en lo mental si hay cosas que me cuesta mucho olvidar”. Sergio Espinoza Pulpero