Invicto solo hay uno
Marcel es el jugador más influyente en el ataque rojinegro
Gilberto “el Tuma” Martínez y Grecia no habían mordido el polvo en seis mejengas, sumaban cinco empates y un triunfo, pero es que no se habían enfrentando al campeón nacional, al furioso León.
Alajuelense se deshizo 3-0 de Grecia en un duelo en que el marcador se quedó corto. El rey de la selva pudo haber hecho mucho más daño, generó las opciones, entraba como Pedro por su casa y al inicio parecía que el asunto sería un festín.
La casa quedó bien cuidada, Geiner Segura se hizo cargo de la situación ante la ausencia de Andrés Carevic, quien anda en Argentina visitando a su papá, y los manudos siguieron como los grandes, ahora tienen el único invicto del torneo.
¿Qué otra cosa se podía pensar si en ocho minutos los erizos ya iban ganando 2-0 y jugando a placer? Era algo apabullante ante un rival que no hallaba cómo frenarlo.
En tan poco tiempo los dos atacantes liguistas dejaron su marca, entrando por las bandas como viene siendo una de sus principales fortalezas.
Esta vez a Alonso Martínez le tomó solo cinco minutos dejar su marca, al chamaco de isla Chira nadie lo frena y con una descolgada por la derecha puso en bandeja de plata el primer pepino.
El ágil extremo la puso en el centro del área donde apareció Jurguens Montenegro para solo empujarla, una jugada idéntica a la del tercer gol ante el Saprissa, el domingo pasado.
Muy rápido le cayó el otro sopapo a las panteras, Marcel Hernández encaró, se la puso en corto a Barlon Sequeira, quien se la devolvió de globito y en un pedacito el Cuba demostró toda su riqueza técnica.
El isleño se la acomodó con la derecha y con la misma pierna definió sin dejarla caer. Si ese gol lo hace Messi o Cristiano Ronaldo le da la vuelta al mundo.
Imagínese cómo iba la cosa que en doce minutos perfectamente pudieron ir 4-0, así como lo lee, pero Montenegro y Marcel fallaron las siguientes dos opciones de gol.
En Grecia tenían que juntarse y hablar, ordenarse un poco para evitar lo que podía ser un ridículo monumental y aunque le seguían entrando con facilidad, por lo menos pudo acercarse al marco de Leonel Moreira y ponerlo a sudar. Voló Osito. Youstin Salas, contención griego, fue quien más exigió a Leo en la primera parte con dos remates en dos minutos que demostraron que el meta anda volando.
Primero le tapó al volante un remate al primer palo que llevaba veneno y después le sacó un remate de cabeza que era un gol cantado y que madrugó a toda la zaga eriza.
La cara de Youstin buscando una explicación de cómo Moreira le sacó el cabezazo lo dijo todo. Fue un tapadón de esos increíbles.
Jean Carlo Sánchez y Álvaro Sánchez también lo intentaron, pero pegaron con el mismo muro que su compañero, Leo.
Como lo decíamos, el que Grecia llegara a marco, no significaba que hubiera resuelto sus broncas atrás, Martínez se seguía dando gusto por la derecha.
Y también la Liga se seguía dando gusto fallando opciones, Jurguens tuvo una más muy clara en el primer tiempo, que no pudo enderezar bien.
Por raro que suene, el equipo en algún momento pareció falto de calma para liquidar el partido.
Jugada curiosa. En el segundo tiempo llegó uno de los momentos más raros y curiosos del juego, cuando David Gómez pitó al 60 un penal, pero después echó reversa.
El fallo fue por una barrida que hizo en el área José David Sánchez sobre Alonso; parecía que lo había tocado y llegaron todos los griegos a reclamarle.
Mientras todo el mundo le hablaba, en un punto Gómez se arrepintió, anuló su decisión y le sacó amarilla a Martínez porque presuntamente se tiró. Y todo eso sin VAR.
La mejenga fue otro ejemplo de las variantes y opciones que tiene la Liga en su planilla, Bryan Ruiz y Johan Venegas, dos titulares indiscutibles, fueron al banco.
Ambos entraron a los 62 minutos en lugar de Alex López y Jurguens Montenegro.
Dio chance hasta de ver el debut del último refuerzo manudo, el defensor Alexis Gamboa, quien tomó el lugar de Daniel Arreola, que hasta entonces había jugado todos los minutos del torneo.
La Liga liquidó al 73. Barlon de nuevo se juntó con Marcel, al cubano le metieron un gran pase de profundidad, entró al área, pero su tiro pegó en el vertical.
Barlon siempre siguió la jugada, tomó el rebote, su primer remate pegó en el horizontal, pero la volvió a buscar, se quitó un par de rivales y definió de gran manera.
Aun con su técnico a miles de kilómetros la Liga juega en automático, las victorias se las encuentra en cada jornada y no hay quién lo baje este torneo.