Vino a morir al país
La muerte del nicaragüense Rosendo Acuña Urrutia, de 50 años, es todo un misterio pues fue encontrado sin vida un día después de ingresar al país. Él venía de su tierra natal.
El cuerpo de Acuña fue hallado pasadas las 7 de la mañana de ayer afuera del salón de una iglesia evangélica que está cerca de la Cruz Roja de San Isidro de Peñas Blancas, en San Ramón de Alajuela.
Allegados de Acuña contaron que él regresó a Costa Rica este miércoles, pero dijeron no saber dónde estuvo las horas previas a su muerte.
Una fuente policial confirmó que en el lugar había un rastro de sangre, como si Acuña se hubiese arrastrado o como si alguien lo hubiera movido.
“Los agentes le hicieron una revisión preliminar al cuerpo y encontraron una herida en la parte de atrás de la cabeza, sin embargo, según la médico forense no se pudo determinar si fue una lesión causada por otra persona o por una caída”, informó la oficina de prensa del OIJ.
En la escena también se encontraron varias botellas de licor vacías, por lo que los agentes están investigando si la muerte pudo darse por una presunta intoxicación con guaro adulterado.
Las autoridades también investigan un aparente pleito que habría ocurrido hace nueve meses en el que, supuestamente, un familiar habría apuñalado a Acuña. Esa agresión habría provocado que él se fuera para el país vecino.