Madurez y solidaridad en la pandemia

durante esta tercera ola de la pandemia, que se desató con más fuerza, es importante volver a tomar consciencia y mantener un espíritu solidario para reducir las posibilidades de muerte no solo de uno mismo, sino de los seres queridos. a pesar del cansancio del confinamiento y de limitar las relaciones sociales, esta lucha no ha terminado. este virus del covid-19 ha hincado a la humanidad, pero mientras hay vida hay esperanza. seguir los protocolos de lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de las mascarillas, aunque suena trillado, es la forma más clara de cuidarnos entre todos. el llamado a mantener esta nueva normalidad es responsabilidad de cada familia. los adultos deben recordarles a sus hijos cuidarse y respetar las indicaciones de cuidado, manteniendo un diálogo.

Esto significa ver y reforzar lo mejor de los hijos, honrarlos, respetarlos y corrigiendo los errores con valor, ya que de esta forma es como se crea una figura de autoridad entre padres e hijos. retomar conversaciones significativas en estos tiempos que los hagan reflexionar de cómo la pandemia les ha enseñado que un mundo materialista no logra dar respuestas verdaderas para ganarle al virus.

Por otro lado, las mejores formas de mantener una buena salud a nivel sicológico son aspectos tales como una buena relación con familiares y amistades de confianza, que apoyen aspiraciones y proyectos personales en tiempos difíciles. Procurar en la medida de lo posible sentirse libres y, por tanto, tranquilos, serenos y contentos, de manera realista según los nuevos tiempos. desarrollar la tolerancia a la incertidumbre y aprender a manejar la ansiedad dándole un significado positivo a la angustia en lugar de sucumbir al dolor y la desesperanza. Pensar que no están solos y que entre todos se puede salir de esto con fe, amor y paciencia.

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