“TRABAJAMOS CON LAS UÑAS”
Este martes por la mañana, 57 pacientes con covid-19 de diferentes partes del país esperaban que los llevaran a algún hospital para recibir mejor atención médica, 146 personas perdieron la vida en los últimos siete días a causa del virus y la ocupación de las camas de cuidados intensivos está al 121%, es decir, muy por encima de las disponibles.
Con la vista en este panorama fue que los gerentes de la CCSS, con apoyo de la Junta Directiva, solicitaron la declaratoria de alerta roja, que permitiría buscar todas las formas posibles para apoyar más el enorme trabajo que hacen los funcionarios de la salud.
Por eso cayó tan mal la respuesta dada a la petición el lunes por el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexander Solís.
“La alerta roja lo que nos permitiría es una connotación de desastre nacional y creo que en este momento sería injusto decir que hay un desastre nacional”, aseguró Solís.
Entre quienes dejaron ver su malestar está el director del Centro Especializado en Pacientes Covid-19 (Ceaco), doctor Marco Vargas, quien dijo sentirse decepcionado y agregó que los pacientes y los futuros muertos merecen respeto. “Quienes toman decisiones no pueden asumir ignorancia. Ahora no”, afirmó.
También levantó la voz el doctor Edwin Solano, presidente de la Unión Médica Nacional y quien recordó que el cuerpo médico está agotado después de 14 meses tratando de contener la pandemia.
Todos los recursos. “Con 5.992 casos en los últimos seis días y 65 muertos en tres días, significa que la crisis está creciendo en extensión y severidad y para declarar alerta roja eso es lo que la define. Ya se dieron los criterios y se requiere movilizar todos los recursos necesarios, los médicos estamos enfrentando la situación con las uñas”, dijo el Dr. Solano a La Teja.
Opina que el Gobierno no ha sabido balancear el problema económico y el sanitario.
“Estamos preocupadísimos de lo que pueda pasar con la salud de los costarricenses y viendo cómo salvamos la mayor cantidad de vidas. Estamos desilusionados, sentimos que esta respuesta (de Solís) fue pobre y ofensiva, indignante para los trabajadores que ya están agotados y abrumados”, agregó.
Tanto el doctor Mario Ruiz, gerente médico de la Caja, como el presidente ejecutivo, Román Macaya, han sido claros al recordar que la situación que enfrenta la institución no se ha visto nunca antes en los 80 años de existencia.
“En estos momentos hay una gran cantidad de médicos generales que están conteniendo esta pandemia a la par de un especialistas. Tenemos que sentirnos orgullosos del cuerpo médico y la mayoría de profesionales que están conteniendo la pandemia que son de un altísimo nivel”, añadió Solano.
Y dijo que ahora estamos con el agua por encima de la cabeza y por eso esperaban que el Gobierno ofreciera soluciones para enfrentar la crisis de salud.
Una burla. El secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería, Lenín Hernández, calificó de desacertadas las palabras de Solís.
“Pedirle a la institución (la Caja) que amplíe cuáles son sus necesidades nos parece una burla tomando en consideración la seria situación que atravesamos. Estamos hablando de un colapso de las UCI por la disminución importante en la dinámica y atención de pacientes”, enfatizó Hernández.
Tanto el representante de Sinae como las autoridades de la Caja han explicado que la situación actual afecta no solo la atención de pacientes con covid, sino también a quienes enfrenten una situación delicada de salud por accidentes de tránsito, problemas respiratorios, problemas cardíacos, vasculares. Ya no hay espacio para recibirlos.
“En este momento cualquier otra situación crítica será sopesada para ver dónde se improvisa su atención, puede que esté el ventilador mecánico, pero el personal idóneo y capacitado no es tan fácil de conseguir y eso sí puede incidir en la muerte de un asegurado y eso no es responsabilidad de la institución ni sus trabajadores, necesitamos acciones más concretas de la CNE”, puntualizó Hernández.
Una curita. Lenín Hernández considera que con las medidas anunciadas el lunes --disminución de aforos y la restricción vehicular en todo el país-- están dejando sola a la Caja y sus trabajadores.
“La parte física y emocional así como el estrés y cansancio al que están sometidos los trabajadores de la salud es muy agotador. Un ejemplo de lo que viven es que el personal que traslada de la zona Sur a San José un paciente grave, debe andar el equipo especial de protección por hasta dieciocho horas seguidas, sin derecho siquiera de ir al baño, porque hasta que no entreguen al paciente no pueden quitárselo”, sostuvo.
La Teja intentó ampliar el criterio de Solís a través de la oficina de prensa, sin embargo, al cierre no habíamos obtenido respuesta.