“Sí, la batalla continúa”
Enfrentamos un pico de contagios del covid-19 que nos mantiene en un estado de alerta y nos somete a múltiples preocupaciones que causan ansiedad, tensión, preocupación y mucho más. este es un proceso que pareciera ser largo y puede que haya momentos en los que el agotamiento emocional nos haga perder la esperanza, sentir que la fe en que las cosas van a mejorar se evapora.
Pero la batalla continúa, nuestras acciones conscientes a nivel individual son una variable que puede darle un giro a esta historia y este es un momento para detenernos a respirar y dejar de preguntarnos ¿cuándo pasará?, ¿cuándo terminará? ahora debemos ubicarnos en el presente y responder: ¿qué tengo que hacer?, ¿qué puedo aportar?
Cuando ante situaciones que nos abruman nos preguntamos, ¿qué puedo hacer? Nos sentimos protagonistas y nos alejamos de la incertidumbre, ya que podemos aportar con nuestras acciones a que las cosas sean diferentes y nos hace sentirnos gestores del cambio. No solamente se trata del lavado de manos, el distanciamiento, el alcohol en gel o el uso de la mascarilla, sino de la toma de decisiones prudentes, las cuales nos llevan a: evaluar si es conveniente formar parte de una actividad, revisar la prudencia con la que actuamos, tomar conciencia del distanciamiento social, contribuir a que la higiene impregne todos los ambientes. También seguir en contacto con las personas que amamos a través de medios virtuales, crear cercanía con prudencia, con el objetivo de no mezclar burbujas, abrir espacios de reflexión y relajación que nos permitan canalizar las emociones, seguir creando espacios de familia en el que el diálogo, el encuentro y la creatividad formen parte de la rutina para salir de la monotonía. Sí, la batalla continúa. estamos al frente procurando la mayor prevención para que este agente invisible, cuyo rostro está en la saturación de los campos hospitalarios y en el agotamiento del personal que trabaja en el sector salud, cada vez se manifieste menos.