La Teja

Un ángel llamado Óscar Arias

- Rocío Sandí rocio.sandi@lateja.cr

La familia de don Óscar Arias Sánchez, el tocayo del expresiden­te de la República, está aferrada a la unidad y a los bellos recuerdos que tiene de él para enfrentar el dolor por su muerte.

Arias perdió la vida el 14 de mayo en el CEACO debido a complicaci­ones por el covid-19.

El dolor de sus seres queridos fue muchísimo, ya que además de la pérdida estaban angustiado­s porque en ese momento la esposa de don Óscar, doña Carmen Quirós, y sus hijos Luis y Marcela, también estaban hospitaliz­ados por complicaci­ones con el virus.

Doña Carmen, Luis y Marcela lograron superar la enfermedad y ya están de vuelta en casa, luchando por aprender a vivir sin su ser querido.

Gabriela, hija de don Óscar, dijo que la familia está muy agradecida con Dios ya que su hermano Luis estuvo muy delicado, pero gracias a las oraciones y al esfuerzo de los médicos salió adelante.

“A mi mamá y a mi hermana les dieron la salida primero y terminaron la cuarentena en la casa. Mi hermano Luis era el que estaba más delicadito, a él le dieron la salida el 31 de mayo. Está en la casa y está muy bien de salud, está recuperand­o fuerzas para volver a su vida habitual.

“Él estuvo 24 días hospitaliz­ado, no se podía levantar y es una bendición porque se está recuperand­o muy bien. Por dicha ninguno quedó con secuelas como dolores de cabeza, estómago o cansancio. Están muy bien”, relató Gabriela.

Dura noticia. Como Luis estuvo tan malito tuvieron que intubarlo varios días, por lo que no se dio cuenta cuando el papá murió.

“Cuando lo despertaro­n preferimos no decirle nada aún porque su salud era delicada, pero cuando mejoró y ya él pidió el celular, tomamos la decisión de darle la noticia porque no queríamos que se diera cuenta por terceros.

“Cuando le dijimos lo que había pasado le afectó mucho, pero gracias a Dios supo asimilarlo y siguió recuperánd­ose”, contó Gabriela.

Ella dice que pese al dolor de la pérdida, su familia está muy bien y llena de paz.

“Mi familia siempre ha sido muy unida, mi papá fue un hombre valiente y trabajador, estuvo pendiente de nosotros siempre, daba lo mejor de él, fue nuestro pilar y eso nos ha generado mucha paz, él luchó hasta el final por vivir y como somos tan unidos, hemos tenido mucha fortaleza. Mi mamá ha sido muy valiente y mientras ella esté tranquila, nosotros también lo estamos.

“Mi papá fue muy querido y hemos recibido mucho apoyo de vecinos y amigos y eso se siente bonito, mucha gente tuvo mi familia en oración, sobre todo a mi hermano Luis, que estuvo tan malito. Estamos felices de que ya todos estemos en casa, solo nos falta mi papá, pero él es un ángel que está ahora en el cielo”.

Se conocieron. Don Óscar fue pulpero y un día, mientras el expresiden­te que lleva su mismo nombre estaba buscando votos para su primer mandato, llegó hasta su negocito, en La Aurora de Heredia, y ahí se conocieron.

La hija del herediano contó que su papá siempre admiró mucho al político, e incluso están en busca de un tesoro familiar que vincula a los dos Óscar, pero que el comerciant­e dejó tan bien guardado que no lo encuentran.

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La familia está muy tranquila porque ahora tiene un ángel en el cielo.
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CORTESÍA DE GABRIELA ARIAS El comerciant­e siempre fue entregado a su familia.

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