Rata salvavidas va a merecida pensión
Magawa, una rata africana gigante, va a pensionarse después de haber trabajado durante cinco años detectando minas en Camboya, una misión que ha contribuido a salvar numerosas vidas y que hasta le valió una condecoración.
“Está ya un poco cansada”, dijo Michael Heiman, responsable del programa de desminado de Camboya de la organización belga Apopo. “Lo mejor es que se retire”, agregó.
En los últimos cinco años, Magawa ayudó a limpiar unos 225.000 m2 de tierra, aproximadamente 42 canchas de fútbol, según Apopo, que la amaestró y entrenó durante un año en Tanzania, su país de origen.
En setiembre recibió una medalla de oro de la asociación británica de protección de los animales (PDSA), que premia anualmente a un animal por su valentía. Magawa fue la primera rata en recibir este reconocimiento.
La organización belga Apopo, que trabaja en Asia y África, entrena a ratas para enseñarles a identificar la tuberculosis y también recurre a ellas para localizar las minas, ya que estos animales tienen un talento particular para las tareas repetitivas cuando se les recompensa con sus comidas favoritas. Además, su pequeño tamaño las protege de las explosiones.
Para detectar la dinamita en los explosivos, la rata sabe que tiene que mover la tierra para avisar a los humanos de su hallazgo. Esta técnica es más rápida que un detector de metales. Magawa, que mide 70 centímetros, puede revisar al detalle una superficie equivalente a una cancha de tenis en 30 minutos, una tarea que a un humano con un detector de metales le llevaría cuatro días.
Según Apopo, 20 ratas entrenadas acaban de llegar a Camboya, pero Magawa es fuera de serie y la van a extrañar.