COVID “UBERIZÓ” EL NARCO
“La pandemia aceleró la ‘uberización’” del mercado de las drogas. Publicidad en redes sociales, pedidos mediante mensajería secreta, entregas a domicilio: ya utilizados antes de la pandemia de coronavirus, estos recursos se vieron reforzados con los confinamientos.
Así lo detalla un informe del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT) La pandemia y las restricciones no han bajado el tráfico de drogas en Europa, un millonario mercado que se ha transformado, “desmaterializado” y agilizado en el último año, según e reporte.
“El mercado de las drogas es muy dinámico y resistente. No fue alterado profundamente pese a los confinamientos”, dijo Alexis Goosdeel, director del observatorio, cuyo informe está acompañado por un estudio sobre efectos de la pandemia de covid-19.
A pesar de cierta escasez local temporal, el documento insiste en cuanto a la adaptabilidad de los traficantes: frente a restricciones y cierres de fronteras, aumentaron los envíos marítimos en contenedores, con menos “mulas” que transportan pequeñas cantidades en avión.
La parálisis de la vida nocturna también provocó cambios.
El interés por la MDMA, base del éxtasis, muy utilizado en fiestas, descendió temporalmente durante los confinamientos.
En cambio, el informe manifiesta inquietud por un “aumento” de la utilización de benzodiacepinas, ansiolíticos sacados de su uso médico o imitados por drogas sintéticas, un posible reflejo de “problemas de salud mental consecuencia de la pandemia”.
Mucha disponible. Ésta parece haberse convertido en un arma de doble filo en Europa: los usuarios ocasionales tendieron a reducir su consumo, pero los habituales lo aumentaron.
Pese a que los jóvenes y gente en situación precaria están particularmente golpeados por la pandemia, el observatorio advierte temores por “el efecto de la gran ponibilidad de todas las drogas” en Europa. A largo plazo, la crisis fruto de covid-19 puede estimular su consumo y acercar personas al narcotráfico.
Además de los efectos pandémicos, se alerta sobre el desarrollo del mercado de la marihuana, la primera droga utilizada en Europa, con más de 22 millones de consumidores por año de edades entre los 15 y 64 años.
Además, viene más fuerte. El contenido de THC de la resina de cannabis incautada varía entre el 20 y el 28% de media.
“Es el doble respecto a diez años atrás y también el doble de hierba ilegal” más fuerte que antes, señala Goosdeel.
Los traficantes intentan seducir a los usuarios de cannabis con nuevos productos muy potentes, como líquidos para cigarrillos electrónicos “con 95% de THC, detectados en Suecia” o el aumento del uso de productos sintéticos.
Estas sustancias desarrolladas en laboratorios, con denominaciones insólitas como “MDMB-4en-Pinaca”, imitan los efectos del THC y, también se rocían sobre la hierba sin conocimiento de muchos consumidores. Son responsables de múltiples “bad trips” (malos viajes), en ocasiones mortales.
Para arriba. El informe destaca la accesibilidad a la cocaína en Europa como nunca se había visto.
Las incautaciones superan récords cada año, en 2019 alcanzaron a 213 toneladas. Esnifada por la mayor parte de consumidores, el polvo blanco derivado de hojas de coca es actualmente un “57%” más puro que hace una década.
Su abundancia aumenta el consumo de crack, pariente fumable y muy adictivo.
En general, las drogas se producen cada vez más en Europa misma: en 2019 se incautaron 3,7 millones de plantas de marihuana en el continente y 370 laboratorios clandestinos fueron desmantelados. Algunos producían metanfetaminas “con ayuda de cárteles mexicanos”, explica Goosdeel. ▲