La Teja

MUCHAS GRACIAS, TÍO SAM

- Sergio Alvarado sergio.alvarado@lateja.cr

Estados Unidos nos hizo un grandísimo favor al golear 4-0 a la Sele y de paso montarle un baile porque solo así Rodolfo Villalobos se animaría a despedir a Rónald González, quien sumó once partidos sin ganar desde que llegó al banquillo en setiembre del 2019.

El más reciente fracaso fue el cuarto lugar, entre cuatro equipos, en la Liga de Naciones, en Denver, Colorado, que terminó el pasado domingo, al caer con Honduras en penales, luego del 2 a 2. Ya habíamos caído ante México, tambie en penales luego de empatar en los 90 minutos a cero goles.

Después del papelón ante los estadounid­enses de ayer, los directivos de la Fedefútbol se reunieron de emergencia y al cierre de edición era casi un hecho que Ronítal no seguiría.

Ya era mucha la vergüenza, el ridículo, ya no se puede enlodar cada vez más el nombre de Costa Rica, pero sobre todo, si queremos soñar con Catar 2022 había que tomar la decisión.

La mejenga de este miércoles contra Estados Unidos fue una mancha más, la goleada por 4-0 nos trató bien, porque era para que nos llenaran el saco y hacer un papelón histórico ante un rival que nos tiró el equipo B, la banca, y aún así alcanzó y sobró para golearnos.

Cuando uno creía que la Sele no podía decepciona­r más, ¡pooommm, tómala!, nos metió un baile un equipo que apenas jugó a media máquina con suplentes y que se movía a placer.

Ronald González convirtió a la selección nacional en el hazmerreír del área, más risible que sus excusas en conferenci­as es el terrible juego de la Sele, que no arma ni un lego de dos piezas y es indefenso, en ofensiva es más peligroso un ataque de peluches. No tiene idea que hace en el campo ni a que juega.

¿Qué hemos hecho en el último año y medio además del ridículo?

Ni un tiro a marco. En la mejenga Estados Unidos llegó cuando le dio la gana, el primer tiempo no acabó 5-0 solo porque Dios es muy grande o porque en algunas ocasiones los gringos remataban hasta sin ganas de lo fácil que llegaban.

Costa Rica no llegó nunca, ni se asomaba al marco del arquero Ethan Horvant, del cual nos dimos cuenta del nombre porque lo vimos en la alineación, porque en la transmisió­n no lo nombraron ni una sola vez en el primer tiempo.

Por la cantidad de brete que tuvo Horvant en el encuentro ante México en la Liga de Naciones, acá tuvo todo el descanso que quiso.

Por dicha el técnico norteameri­cano, Greg Berhalter, fue compasivo y no nos tiró de titulares a Pulisic, McKennie, Reyna, Dest y todas sus estrellas que están jugando en equipos top de Europa.

A los estadounid­enses no le aguantamos ni pa’l arranque, apenas a los siete minutos ya nos clavaron con la misma facilidad que entraron siempre.

Desde atrás de la línea de media cancha se filtró un balón a la banda izquierda para Antonee Robinson, quien corrió la banda solo, robándole la espalda a Keysher Fuller, la puso al centro del área donde apareció Brenden Aaronson para definir ante los enredos de la defensa Tricolor.

Los primeros 20 minutos fueron una congoja tremenda... igual que todo el partido, pero en el arranque nos pudieron zampar por los menos tres, ellos tenían una posesión de pelota de 80%. Los ticos no podían ni oler la pecosa.

Cuando pasó la media hora y la cosa seguía 1-0, era de sorprender­se, pero la verdad es que estábamos atrapados en el ritmo de Estados Unidos, apenas quisieran apretar nos iban a joder.

Y así lo hicieron a los 41 cuando estaba por cerrar el primer tiempo y para Ronítal seguro estábamos sacando un resultadaz­o, otro balón en profundida­d desde atrás de media cancha nos volvió a joder.

Mark McKenzie la filtró a Dariyl Dike, a quien nadie lo pudo frenar, madrugó a una defensa de la Sele más que dormida y en el mano a mano liquidó a Leonel Moreira sin bronca alguna.

Si para el segundo tiempo, un montón de ticos no habían quitado la mejenga fue por puro masoquismo o morbo de ver cuántos más nos clavaban, porque no había forma de cambiar el rumbo.

Y otra vez nos clavaron al inicio con facilidad y aprovechan­do los horrores de la zaga tricolor, Reggie Cannon cortó un pésimo pase de Yeltsin Tejeda saliendo del área y el jugador del Boavista de Portugal definió con mucha clase, le quebró la cintura a Francisco Calvo con una finta y la puso al primer palo. 3-0 al 51.

Rodolfo Villalobos también deberá apechugar parte del fracaso, apostar por un “proceso” que jamás lo fue, que nunca dio muestras de avance ni llegar a puerto alguno.

Para redondear la goleada y despedir a Ronítal con otro bañazo más, cayó el 4-0, un penal muy torpe de Giancarlo González, que tiró una patada a la espinilla de Giovannie Reina, clarísimo. El jugador del Borussia Dortmund convirtió la sanción en gol.

Costa Rica es el hazmerreír de Concacaf, bajo la gestión de Rónald solo le ganamos a la “poderosa” Curazao, pocas veces hemos visto tantos ridículos juntos, una selección tan perdida, tan desdibujad­a.

 ?? AFP ?? La cara de Yeltsin Tejeda lo dice todo, Estados Unidos nos humilló.
AFP La cara de Yeltsin Tejeda lo dice todo, Estados Unidos nos humilló.
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La cuerda ya no dio más y Rónald fue despedido de la Sele.
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AFP Ni una le vimos a los estadounid­enses, simplement­e nos bailaron.

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