De mal en peor
es muy triste ver jugar a nuestra selección mayor de fútbol. Hace tan solo dos días nos vimos tan lejos, tan desubicados, como deambulando en el campo, sin ideas, sin fuerza, sin un modelo de juego, sin saber defender y menos atacar frente al muy buen equipo estadounidense. En fin, lejos del fútbol moderno y muy cerca de lo que jugábamos hace 40 o 50 años atrás. Por eso insisto, ¿qué hemos hecho después del 2014 para tener mejores resultados? ¿Cuál es el plan de crecimiento de nuestro fútbol? ¿estamos seguros de que existe? ¿Quién dicta para dónde vamos?
Muchas veces he pensado que algunos de los equipos que son campeones en nuestro medio lo hacen con el mínimo y que no nos alcanza cuando competimos internacionalmente,
llámese equipos, selecciones, incluyendo las menores. Mientras pasa el tiempo veo ocurrencias y apelaciones contra formatos de campeonato inentendibles. somos tan ilusos que creemos que todo este caminar medio enlodado, se transformará en autopistas de buen fútbol cuando llegue a la selección nacional como por obra de magia.
¿Cómo se escogen nuestros entrenadores? Hace rato me hago esa pregunta sin respuesta. ¿Por qué nos equivocamos una y otra vez? Pero aún así esperamos el milagro cada vez que llega un nuevo técnico a la selección.
Vemos jugar a los jóvenes de estados unidos con envidia. la mayoría de ellos juegan en clubes de primer nivel europeo, así que se ven con el chip del gran fútbol y en cambio los nuestros se ven con el chip de lo que hacemos por acá, incluso los que juegan en el exterior. el camino de la recuperación está cuesta arriba, pero siempre hay posibilidades el asunto es ordenar, planificar, tomar decisiones acertadas y tener un plan. ¿Pero estarán dispuestos a hacerlo? ¿Quienes lo harán? Con un buen entrenador se puede mejorar un poco, el resto es trabajo de todos los que estamos en el fútbol.