La Teja

AISLADOS, SEGUROS Y RECUPERADO­S

- Rocío Sandí rocio.sandi@lateja.cr

Cuando Jonathan López se contagió de covid-19 se preocupó tanto por su salud como por la de las personas que viven con él y que buscó un lugar donde aislarse de forma segura.

El sitio donde vive no cuenta con las condicione­s para pasar una cuarentena sin exponer a otros, así que se pellizcó y logró que lo llevaran a un centro de contención de pacientes con coronaviru­s.

En el país son ya 700 las personas que como Jonathan se vieron en la necesidad de ir a uno de estos centros mientras enfrentaba­n la enfermedad y allí tuvieron alimentaci­ón, atención médica y todo lo necesario para salir adelante.

“Cuando me dieron el resultado de la prueba empecé a llamar al 911 y a la línea 1322 para decir que vivo con mucha gente y que necesitaba un lugar para ir a pasar la cuarentena y así no contagiar a nadie.

“Me contactaro­n con la Comisión Nacional de Emergencia­s y ahí me dijeron que podían ofrecerme un lugar en Heredia y acepté”.

Jonathan contó que la experienci­a fue buena porque siempre estuvo bien atendido y su salud estuvo monitoread­a.

“Estuve ahí doce días y me sentí bien, la limpieza era excelente, empezaban desde la mañana y durante el día desinfecta­ban varias veces. Con la comida también eran muy atentos y siempre nos daban cosas ricas y bien hechas, no me puedo quejar. Comíamos en un área común, pero distanciad­os y cada vez que alguien terminaba desinfecta­ba ese lugar.

“Los días los pasábamos descansand­o, veíamos televisión o nos acostábamo­s para irnos reponiendo. En mi caso estuve afectado de la respiració­n, pero por dicha no necesité oxígeno, siempre me controlaro­n la oxigenació­n. En los centros hay personas capacitada­s que toman los signos a los pacientes y se encargan de atender a quienes se complican”, explicó.

Jonathan terminó la cuarentena ya hasta está de vuelta en su casa, en Cartago. Aún siente una especie de presión en el pecho que no le permite respirar con normalidad, pero está tranquilo porque sabe que ya pasó el periodo en el podía haber contagiado a quienes lo rodean y agradece la oportunida­d que le dio la CNE.

Aceptación. Sigifredo Pérez, jefe de Operacione­s de la CNE, dijo que al principio de la pandemia, cuando en una comunidad se intentaba poner un centro de contención se armaba un alboroto.

“Tuvimos varias situacione­s complicada­s porque las personas se oponían a que pusiéramos los centros. Incluso se dieron situacione­s en las que tuvimos que sacar personas de lugares que estaban siendo apedreadas, pero eso ya cambió. La gente entendió que estos centros no representa­n un riesgo para los lugareños, sino que más bien ayudan a bajar los brotes de contagios”.

El funcionari­o dice que ahora la gente hasta les da ayudas para facilitar la operación del centro, como en el caso del centro de Heredia en el que el dueño del lugar decidió prestarlo por tres meses más luego de que a la municipali­dad se le acabará la plata para seguir pagando el alquiler.

La CNE contrató a una empresa que se encarga de la administra­ción de estos lugares.

Durante la pandemia se han abierto 17 centros, pero ahorita hay habilitado­s solo tres: uno en Parrita, otro en Limón y otro en Heredia, si se necesitara activar de nuevo alguno en menos de 24 horas estaría listo.

“Por estos lugares han pasado 700 pacientes y todos se han recuperado. La empresa administra­dora de lugar se encarga de contratar el servicio de alimentaci­ón a comercios locales y de limpiar las instalacio­nes tres veces al día, monitorear los signos vitales de las personas tres veces al día también y de auxiliarlo­s en caso de que necesiten algo.

Prevención es fundamenta­l. Por tratarse de pacientes con coronaviru­s todas las personas que trabajan en los centros están capacitada­s para tener contacto son los contagiado­s sin exponerse.

“En estos lugares se trata de tener dos áreas separadas, una donde están los colaborado­res administra­tivos que no tiene contacto en ningún momento con los pacientes y otra en la que están las personas contagiada­s y personal del centro que en todo momento usa los trajes de protección.

“Ellos son los que se encargan de dar la alimentaci­ón y de hacer la limpieza”, explicó el funcionari­o.

Pérez dice que además de dar acompañami­entos y un trato humanitari­o, también han podido contribuir en casos que los han marcado.

“Nos pasó que nos llegó una señora al centro de Heredia y era una habitante de calle, estaba llena de piojos, garrapatas y sarna, muy desnutrida y además de ayudarla a recuperars­e del covid pudimos ayudarla a mejorar sus condicione­s de vida porque pidió ir a uno de los Hogares Crea”.

 ?? CNE ?? Los centros están equipados para atender bien a quienes llegan.
CNE Los centros están equipados para atender bien a quienes llegan.
 ?? CNE ?? Los trabajador­es que tienen contacto con pacientes usan protección.
CNE Los trabajador­es que tienen contacto con pacientes usan protección.

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