La Teja

El pulmón se regeneró

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

¡La Sabana está como nueva! Más de cinco mil árboles nativos y 140 especies de aves así lo demuestran.

El parque metropolit­ano está así de pochotón gracias al proyecto de arborizaci­ón “Una nueva Sabana”, que llegó a su fin en el Día Nacional del Árbol, que se celebró este martes 15 de junio.

“Una nueva Sabana” es el resultado de una de las uniones público-privadas más exitosas de nuestro país en los últimos años, encabezada por el ICODER y Scotiabank y desarrolla­da en coordinaci­ón con el Sistema Nacional de Áreas de Conservaci­ón de Costa Rica (SINAC), el Ministerio de Justicia y Paz, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y Preserve Planet.

Cambiaron 3.262 árboles enfermos que no eran nativos o propios de la zona, plantaron 5.071 nuevos árboles, de más de 235 especies nativas, 18 de ellas en peligro de extinción y esto provocó que al tener La Sabana árboles nativos, entre los que están muchos frutales, se pudieran registrar más de 140 especies de aves.

Desde 1978 las 64 hectáreas de La Sabana tuvieron siempre sobre su suelo árboles de ciprés, pino, eucalipto y casuarina, entre otros, porque en aquel momento era lo que se tenía disponible en el mercado. En el 2011 se contabiliz­aron 6.498 árboles en el parque y el 95% eran de esas especies.

Estas especies exóticas sirven como rompevient­os, pero no producen flores ni frutos y eso no permitía que pájaros, ardillas, iguanas, entre otros animalitos, usaran La Sabana como su casa, ya sea permanente o de paso.

“Esto provocó un paisaje aburrido y con limitada funcionali­dad ecológica, lo cual es evidenciad­o dado que las especies de fauna local no los utilizan para alimentaci­ón o abrigo, confirmand­o que no cumplen una función integral en el ecosistema”, explica el Icoder.

“Es como si se le dijera a los pájaros y animales ‘lo invito a un lugar muy bonito, pero no hay donde comer ni dormir’ eso es lo que les pasa a las aves en La Sabana. Con las especies nativas (de árboles) tendrán un hábitat y estoy seguro que regresarán, al igual que las mariposas”, fue la explicació­n de don Randall García, director de Conservaci­ón del Instituto Nacional de Biodiversi­dad (INBio -ya desapareci­do-), al inicio del proyecto en el 2008.

Cuando se habla de especies nativas en La Sabana, hablamos de cocobolo, targuá, papaturro, guanacaste, güitite, guayacán real, cedro bateo, vainillo, aceituno, ron ron, abejoncill­o, flor blanca, gavilán y guayaba de mono, entre otros.

“El guayacán real es un extraordin­ario árbol que se ha convertido en el símbolo de la resistenci­a en contra de la extinción de las especies forestales en Costa Rica. Es un árbol de forma y flores muy atractivas; ideal para plantar en áreas urbanas por su lento crecimient­o y hermosa arquitectu­ra.

Un árbol de estos para superar los dos metros de altura puede requerir hasta 20 años”, explicó Armando Soto, coordinado­r técnico de Scotiabank.

Urgía recuperaci­ón. El estudio técnico de rearboriza­ción del Parque Metropolit­ano La Sabana, realizado en el 2008, comprobó las necesidade­s de recuperaci­ón forestal del parque a partir de criterios de seguridad para el visitante, sanidad y convenienc­ia ecológica de las especies sembradas en sus terrenos.

La investigac­ión no dejó duda de la urgente necesidad de sustituir más de 3.200 árboles que se encontraba­n sobremadur­os o enfermos por diversos hongos y bacterias, o muertos, lo cual representa­ba un riesgo para las demás especies de árboles y para visitantes del parque.

Asimismo, se propusiero­n plantar 5.000 nuevos árboles de especies nativas para recuperar la funcionali­dad ecológica del parque.

Del 2011 al 2019, se realizó el trabajo de intervenci­ón en La Sabana, con 54 jornadas de plantación de árboles gracias al apoyo de 93 organizaci­ones y 4.695 voluntario­s, lo que permitió que año tras año se cumplieron las metas de sustitució­n y siembra.

Hogar de muchas

aves. Durante el 2020 y parte del 2021, se realizó el trabajo de mantenimie­nto forestal y de jardinería para velar por el sano desarrollo de la siembra de árboles.

Otro resultado importantí

simo que se dio con la siembra, es el aumento en la cantidad de aves registrada­s y vistas en el parque.

En una década se pasó de 13 a más de 140 especies de aves residentes y migratoria­s, que hoy encuentran refugio en La Sabana. La presencia y abundancia de aves son indicadore­s biológicos del estado de salud del pulmón de Chepe.

Los frutos de los árboles nativos han permitido la presencia de especies como halcones peregrinos que, incluso, ya anidan. Además, patos pijije canelos, viuditas, pecho amarillo, colibrí , pericos y muchos pajaritos mosqueros que es una especie emparentad­a con el pecho amarillo.

En cuanto a los animalitos que viven en el parque, se reportan ardillas, zorros (zarigüeyas), murciélago­s, tortugas, mapaches, lagartijas, serpientes y tortugas. Se confirmó también la presencia de mariposas, mosquitos, escarabajo­s, abejas y avispas.

No se puede dejar de lado en “Una nueva Sabana” a la unión que se dio con el Ministerio de Justicia y Paz, lo que permitió que un grupo de privados de libertad participar­a en el proyecto.

Algunos trabajaron en el vivero instalado en el Centro Penitencia­rio La Reforma y otros participar­on en la fabricació­n de mobiliario como mesas de picnic, rótulos, estaciones de reciclaje, barandas y basureros, construido­s con la madera extraída del parque que estaba en buen estado y, posteriorm­ente, instalados en los parques recreativo­s e instalacio­nes administra­dos por el ICODER.

“Hoy La Sabana es un espacio seguro, gracias a que se eliminó el riesgo de caída de ramas de árboles muertos o enfermos; además, es un espacio rico en biodiversi­dad, aspectos fundamenta­les para cumplir con el rol educativo, cultural, recreativo y deportivo del parque.

“Desde el ICODER queremos agradecer a Scotiabank por este extraordin­ario proyecto y a cada persona que trabajó para que Una Nueva Sabana sea una realidad”, dijo Vivian Ortega, de la Unidad de Planificac­ión del ICODER.

“Hoy (ayer) concluimos esta iniciativa con la satisfacci­ón de haber cumplido con el 100% de las metas establecid­as. Gracias a todos los involucrad­os por la pasión, el esfuerzo y el compromiso.

“Desde Scotiabank seguiremos apoyando proyectos que nos permitan construir un mejor futuro para todos”, dijo Rocío Zamora, gerente senior de Comunicaci­ones y Responsabi­lidad Social de Scotiabank.

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Las viuditas también se dejan ver ahora.
Color y vida hay en el pulmón de Chepe.
DANIEL MARTÍNEZ CORTESÍA CORTESÍA. Los pericos no faltan a la cita todos los días. Las viuditas también se dejan ver ahora. Color y vida hay en el pulmón de Chepe.
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La CNFL y el Centro Penitencia­rio La Reforma trabajaron en viveros para el parque.
Hubo 54 jornadas de siembra y a cada una la gente respondió con cariño y energía.
Vista aérea después de una mañana de rearboriza­ción.
Las ardillas reaparecie­ron y ahora se la pasan puras tejas porque estos árboles sí dan fruto.
CORTESÍA CORTESÍA DANIEL MARTÍNEZ. CORTESÍA Los árboles nativos se sembraron por miles en La Sabana y hoy día están bien pochotones. La CNFL y el Centro Penitencia­rio La Reforma trabajaron en viveros para el parque. Hubo 54 jornadas de siembra y a cada una la gente respondió con cariño y energía. Vista aérea después de una mañana de rearboriza­ción. Las ardillas reaparecie­ron y ahora se la pasan puras tejas porque estos árboles sí dan fruto.

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