“Y todo aquello que ustedes puedan imaginarse”
Como si no fuera suficiente con la banda sospechosa de narcotráfico con vínculos en la Asamblea Legislativa y el grupo detenido en el sur del país con relaciones en el ámbito municipal, ahora surge el escándalo de corrupción en la contratación de obras de conservación y mantenimiento vial, con pérdidas de ¢78.000 millones entre el 2018 y el primer semestre del 2020. Mucho con demasiado. Los tres casos tocan la fibra institucional del país, por eso llevarlos a feliz término, cuanto antes, es fundamental para el saneamiento de nuestra política y nuestra golpeada sociedad.
Los funcionarios (19 públicos), dice Walter Espinoza, director del OIJ, recibieron favores y sobornos constantes. Esa constancia indica una actividad delictiva planificada. Obtenían dinero, vehículos, terrenos, viajes, favores sexuales “y todo aquello que ustedes puedan imaginarse”. También fueron detenidos 14 particulares.
Ese daño moral debe ser considerado a la hora de perseguir y castigar los delitos denunciados y, sobre todo, debe ser un acicate para la rápida tramitación de los procesos. La corrupción en la trocha o el caso del cemento chino tuvieron consecuencias devastadoras en la confianza de los ciudadanos, pero el paso de los años sin establecer responsabilidades magnifica el daño. Urge informar al país establecimiento de responsabilidades para restablecer la confianza perdida en el sistema político. La celeridad es necesaria para evitar el peor de los males: la impunidad. Con el paso del tiempo, los testigos desaparecen, las pruebas se contaminan y llega la prescripción. Ya ha sucedido en demasiadas ocasiones.