¿CUÁL CORONAVIRUS?
Más de 11.000 estudiantes chinos en toga y birrete de graduación participaron en una ceremonia gigante de entrega de diplomas en la ciudad de Wuhan, más de un año después del levantamiento de las restricciones anticovid en esta ciudad que fue el epicentro de la pandemia.
La cuarentena de los 11 millones de habitantes de Wuhan desde el 23 de enero del 2020 mostró la gravedad de la enfermedad, que se extendió luego al resto del planeta y que sigue causando muertes. Hasta la fecha han fallecido 3,8 millones de personas en el mundo.
Estados Unidos, con 600.000 muertes, encabeza la lista de países más azotados por el covid-19, y su tasa de mortalidad es la vigésima. La mitad de su población --de 331 millones-- ya completó su esquema de vacunación.
Algunas grandes ciudades del país ven cómo, a pesar de todo, la normalización se acerca. El estado de Nueva York, por ejemplo, levantó las últimas restricciones después de vacunar a más del 70% de los adultos con al menos una dosis, anunció el martes el gobernador Andrew Cuomo.
El estado de más de 20 millones de habitantes fue epicentro nacional de la pandemia y registró más de 42.000 muertes desde marzo del 2020, más de 33.000 de ellas en la ciudad de Nueva York, la mayor del país.
Casi frenado. En China, al cabo de 76 días de un confinamiento muy estricto, la ciudad de Wuhan reencontró de manera progresiva un ritmo normal desde abril del 2020, como el resto de China, donde los contagios casi se han detenido.
En una señal de descontracción de los habitantes de Wuhan, pocos estudiantes utilizaban mascarillas entre los presentes en la ceremonia organizada el domingo en la Escuela Normal de la ciudad.
Entre los estudiantes sentados, uno junto a otro, más de 2.200 tendrían que haber recibido su diploma el año pasado, pero la ceremonia fue postergada a raíz de la epidemia.
Según las cifras oficiales, China ha registrado un poco más de 90.000 casos de covid, entre ellos 4.636 mortales desde el inicio del 2020, la mayoría en Wuhan.
Hay dudas. Pero aunque todo parece ir bien en la ciudad, el mundo no despega los ojos de ella.
La científica china que está en el centro de teorías según las cuales la pandemia de covid-19 se originó con una fuga de su laboratorio en la ciudad de Wuhan niega que su institución fuera la culpable del desastre sanitario.
“¿Cómo diablos voy a ofrecer pruebas de algo de lo que no hay pruebas?”, dijo la doctora Shi Zhengli al diario The New York Times en unas inusuales declaraciones a los medios de comunicación. “No sé cómo el mundo ha llegado a esto, lanzando constantemente suciedad sobre una científica inocente”, dijo al periódico estadounidense.
La hipótesis de la fuga se había planteado anteriormente durante el brote mundial, incluso por el predecesor de Biden, Donald Trump, pero fue ampliamente descartada y considerada como una teoría de la conspiración.
Sin embargo, ha ganado cada vez más fuerza recientemente, alimentada por los informes de que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaron en el 2019 después de visitar una cueva de murciélagos en la provincia suroccidental china de Yunnan.
Shi es una experta en coronavirus de murciélagos, y algunos científicos han dicho que podría haber estado dirigiendo experimentos en los que los científicos aumentan la fuerza de un virus para estudiar mejor sus efectos en los huéspedes.
Según The New York Times, en el 2017 Shi y sus colegas del laboratorio de Wuhan publicaron un informe sobre un experimento “en el que crearon nuevos coronavirus”.