“Ahora que lo eché de la casa, me dice que sí va a cambiar”
“Tuvimos 20 años de relación, había agresión por parte de los dos, yo no pretendía tener la razón, pero vivir con una persona que te hace explotar porque está siempre llena de celos y mal carácter, me llevó a un punto de ya no querer nada. Ahora que le dije que se vaya, dice que quiere hacer cambios, va a misa, dejó de salir, dice que él no me va a dejar, pero yo ya no quiero nada, no lo amo”.
1. se podría pensar que luego de 20 años de complicaciones y temas sin resolver, la consecuencia lógica sea precisamente esta, ya no querer estar con otra persona. Definir qué se quiere en esta etapa de su vida es un proceso de responsabilidad personal.
2. el por qué una persona únicamente frente a la posibilidad de una separación definitiva cambia, tiene múltiples explicaciones; no obstante, esto no significa que se tenga que corresponder, porque en una historia de dos personas que han construido una relación disfuncional, está la posición individual, que se nutre a través de la historia de todos los problemas o heridas emocionales.
3. Pretender una reconstrucción de la relación va a depender de muchas variables y ante la diferencia de perspectiva, una alternativa es buscar un proceso terapéutico que les permita definir muy bien si van a continuar juntos o no.
4. no podemos pasar toda la vida aspirando estabilidad emocional, mientras ambos tienen posiciones diferentes respecto al estilo de vida. Llega un momento para asumir la realidad, tomar decisiones y trazar un norte claro.