Escucharían fallo con 81 años
Especialista en derecho penal hace pronóstico
El abogado Manrique Lara Bolaños, especialista en Derecho penal económico, considera que para ver el comienzo del juicio por el caso Cochinilla habrá que esperar 10 años y otros 10 para conocer la sentencia.
De ser llevados a juicio los empresarios Mélida Solís Vargas, dueña de la constructora H. Solís, y Carlos Araya Cerdas, dueño de Meco, ambos de 61 años, enfrentarían a la justicia con 71 años. Y ellos son solo dos de un grupo de 28 personas involucradas en el escándalo más grande que conoce el país.
Al menos 78.000 millones de colones presuntamente fueron utilizados de mala manera en el Consejo Nacional de Vialidad entre los años 2018, 2019 y los primeros trimestres del 2020, pero la supuesta red corrupción tendría al menos 20 años de funcionar.
En el caso Cochinilla las autoridades investigan una supuesta red sobornos que eran entregados por empresas constructoras a funcionarios públicos del MOPT y de Conavi a cambio de ser beneficiadas con las adjudicaciones de obras viales.
El panorama que prevé el abogado Lara Bolaños es parecido al de la Trocha, que lleva más de 10 años sin juicio.
Este otro caso tiene que ver con supuestas irregularidades por 20.000 millones de colones en la construcción de esa vía limítrofe con la frontera con Nicaragua. También tuvo que ver con funcionarios del Conavi.
“En el caso de la Trocha los hechos datan del 2012, la acusación fue presentada en el 2018, la audiencia preliminar se hizo entre el 2019 y 2020 y se ordenó acto de apertura a juicio el año pasado, más o menos nueve años.
“Todavía falta ir a juicio y ese debate va a ser complicado, por lo menos más de un año y después vendrán las apelaciones, que se podrían resolver en seis meses, pero después vienen recursos de casación ante la Sala Tercera y perfectamente eso puede durar de tres a cinco años, ahí no hay plazo”, detalló.
El licenciado Lara afirma que, de acuerdo con su experiencia, es muy posible que el caso Cochinilla siga esos mismos pasos, los cuales se pueden extender aún más si la Sala Tercera detecta errores técnicos o que la prueba se valoró mal durante el juicio.
Si eso ocurre echaría todo hacia atrás y habría un nuevo debate, tras el cual posiblemente se presentarían de nuevo recursos de apelación y de casación.
Demasiada gente. Según Lara, el caso Cochinilla no es únicamente muy complejo por la gran cantidad de sospechosos, sino también por la cantidad y la variedad de hechos y de presuntos delitos que están siendo investigados.
Explica el abogado que los representantes del Ministerio Público van a tener que ser muy ágiles porque deben investigar las actuaciones de cada uno de los involucrados y sustentar muy bien la posible existencia de un delito para que así el caso no se les caiga.
“Yo nunca he visto que tanta gente, de todos lados, esté metida en un caso así, sobre todo empresarios tan grandes, porque son los que tenían a cargo la obra pública del país”, mencionó.
Otro aspecto que le llamó la atención al experto es que si este caso llega a juicio habrá que buscar una sala bien grande. Calcula que bien podrían participar unas 200 personas entre abogados (cada investigado puede tener hasta dos), sospechosos, fiscales y procuradores de la República.
Duda de cambios. En cuanto a la polémica que surgió por las medidas cautelares dictadas el sábado por la jueza Carolina Lizano, quien estableció fianzas de $5 millones y $3 millones para Carlos Cerdas, dueño de Meco, y Mélida Solís, dueña de H. Solís, respectivamente, Lara dijo que no podía opinar sin conocer lo ocurrido en la audiencia, pero ve difícil que esas medidas vayan a cambiar.
“Salvo que el tribunal de apelación declare con lugar la apelación que pide el Ministerio Público y revoque las medidas dictadas, yo difícilmente veo que a alguna persona la vayan a detener preventivamente, más que todo va a ser para indagarla y luego dejarla en libertad”, dijo.
El abogado también se refirió a lo que podría significar para este caso la jubilación de Emilia Navas, que hasta este lunes fue la fiscal general.
“Esta salida convulsiona al Ministerio Público porque hay que hacer un reacomodo, aunque hay gente muy buena como Warner Molina (fiscal subrogante) y Miguel Ramírez (fiscal subrogante para el caso Cochinilla) que son espectacularmente buenos fiscales”, detacó.
Esto va para largo, es apenas la punta del iceberg, hay más gente metida”,
Manrique Lara, Abogado penalista