La Teja

Los ticos nos alejamos de Dios

Investigac­ión de la UCR dice que 27% de encuestado­s aseguraron no tener religión. La cifra anterior era de 19,9%

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

La cantidad de católicos y evangélico­s disminuyó entre el 2019 y el 2021, pero en contraste, en ese mismo periodo aumentaron las personas ateas y sin religión en el país.

Por primera vez en la historia tica, una encuesta de la Universida­d de Costa Rica (UCR) da como resultado que menos del 50% de las personas son católicas.

Esta realidad religiosa, que nos dice que los ticos nos alejamos de Dios, la desnudó el Centro de Investigac­iones y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR en su última encuesta, a la que llamaron “Estudio sobre percepcion­es ideológica­s y cultura política en Costa Rica”.

El CIEP y la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR le vienen llevando el pulso a la política del país desde el 2013, además, en el 2019, lo hicieron con el tema religioso. Por eso, al comparar los resultados actuales con la encuesta hecha hace dos años, pudieron confirmar ese descenso de fieles.

Según la investigac­ión, el 50% de los encuestado­s, en el 2019, aseguraron ser católicos, y para este 2021 el número bajó a 47,5%. Mientras que los evangélico­s o pentecosta­les pasaron de 21,6% a 19,8%.

Igualmente, en 2019, un 91,7% de los consultado­s le daban importanci­a a la religión y ahora eso bajó a 89,8%.

Al otro lado de la acera nos encontramo­s que un 19,9% de personas aseguraron no tener una religión (se incluye ateos, agnósticos y deístas) hace dos años y para este año dio un gran salto pues subió a un 27%.

Hay otro aspecto que se analizó, pero se debe comprender que la pandemia pudo tener un papel importante en las respuestas, y es la frecuencia con la que los fieles van a misa o al culto, ya que hubo un bajonazo tremendo, se pasó del 86,3% a 69,2%.

“El estudio surge como respuesta a las transforma­ciones que en los últimos años han experiment­ado la opinión pública y la cultura política costarrice­nse, enmarcadas en la actualidad por un contexto de crisis sanitaria, con sus respectivo­s efectos sociales, económicos y políticos”, explica el CIEP.

La encuesta se realizó a ciudadanos costarrice­nses con celular. Se completaro­n 813 entrevista­s telefónica­s a mayores de 18 años, entre los días 10-19 de mayo de este año, durante mañana, tarde y noche.

Provocació­n positiva. El sacerdote y sociólogo David Solano, después de analizar la encuesta, comentó: “La tendencia a la baja de católicos por año es algo que se viene dando desde los noventa en el país y en América Latina, se habla de una baja del 1% por año. Seguro no estábamos convencido­s de que fuese así, pero solo en este año, tres encuestas, incluida esta de la UCR, nos confirman esa tendencia de disminució­n de creyentes en el catolicism­o.

“Que esta encuesta nos diga que por primera vez en la historia se genera el dato de que menos del 50% de los ticos somos católicos, no es para paralizarn­os o asustarnos, este dato debe ser una provocació­n para replantear la forma en que estamos haciendo la tarea evangeliza­dora. Cuando digo estamos, hablo de sacerdotes, laicos comprometi­dos y la comunidad católica en general”, reflexionó.

También se refirió al crecimient­o tan grande de ateos.

“La globalizac­ión e Internet han provocado una transforma­ción en las creencias que por estos tiempos es más fuerte, pero en las elecciones pasadas un candidato de un partido religioso tuvo posibilida­des de ganar. Fue la primera vez que un candidato no católico pudo ganar, algo que también confirma esa transforma­ción de la que hablo y confirma a un país todavía muy fuerte en Dios.

“Al analizar los datos, los creyentes son mayores a los que dicen que no creen en Dios o creen en otros dioses. La encuesta habla de ateos, agnósticos y otros dioses, por eso el dato no se puede ver como que sean todos ateos”.

Decepción. Alberto Rojas, director de la Escuela Ecuménica de la Universida­d Nacional, cree que los datos sobre la religión están muy asociados a la confianza en las institucio­nes.

“Por ejemplo, las personas entrevista­das confían más en las universida­des que en las iglesias católicas o evangélica­s. Si se toman estos resultados, tanto la Iglesia católica como la evangélica, en este momento están perdiendo membresías.

“Lo que sigue creciendo es el número de personas sin pertenenci­a religiosa. Lo más seguro es que la mayoría de las personas sí son creyentes, pero no pertenecen a ninguna iglesia. La pandemia puede estar afectando la práctica religiosa colectiva y, además, puede existir mucha decepción, sobre todo con la práctica y el testimonio de algunas iglesias y sus dirigentes religiosos”, aseguró.

Confianza. La encuesta habla sobre confianza en las institucio­nes del Estado y se tiene a las universida­des públicas en el primer lugar, seguidas por las organizaci­ones ambientale­s, en tercer lugar está la Caja Costarrice­nse de Seguro Social.

En el último lugar de la confianza están los partidos políticos, en penúltimo lugar los diputados y en el antepenúlt­imo el presidente y los ministros.

Sobre la calidad de las institucio­nes públicas, las universida­des vuelven a aparecer en el primer lugar, la educación pública en el segundo, la atención de salud pública en tercero.

En el sótano, los ticos ponen el uso adecuado a los impuestos y en penúltimo lugar las medidas que se toman contra la delincuenc­ia.

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MELISSA FERNÁNDEZ Por primera vez los números dicen que menos del 50% de los ticos son católicos.
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ARCHIVO La cantidad de evangélico­s también bajó entre el 2019 y este 2021.

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