“Él no se comunicaba y no me buscaba sexualmente”
“Tuve un noviazgo de tres años y un matrimonio que duró cuatro años. Durante el noviazgo él fue muy frío y distante, porque no es un hombre detallista ni comunicativo. Terminamos, pero él me buscó y me dijo que iba a cambiar y lo hizo, por lo que durante unos meses todo funcionó bien y nos casamos, pero volvió a lo mismo. Él no se comunicaba, no tenía detalles y no me buscaba sexualmente, por lo que nos divorciamos. Ha pasado un año y me siento feliz y tranquila, pero él insiste en llamarme o buscarme para que le dé otra oportunidad. Yo ya no quiero, pero no me deja en paz”.
1. durante el noviazgo es fundamental, previo a un periodo de convivencia o matrimonio, que se pase por la observación, la evaluación, el análisis de la conducta individual y el cómo se funciona en una relación de pareja, para así evaluar si hay razones válidas para pasar al siguiente nivel.
2. Cuando en el noviazgo se detectan conductas que son incompatibles con una visión de pareja equilibrada, en el afecto, las finanzas, la integración social, el sexo, la integración familiar, la cooperación, la administración del dinero y otras, el reto no es definir cuándo nos casamos, sino qué hacer para que funcione.
3. Muchas personas pasan del noviazgo a la convivencia aspirando a que las cosas mejoren, sin una posición certera, porque el cambio es una aspiración no una realidad. Cuando se requieren cambios estos tienen que verse, palparse, acordarse y ser
asumidos por ambos para que se sientan cómodos.
4. el patrón de conducta fue el mismo y usted dice que se complicó más. luego de un año de divorcio él insiste en volver, pero creo que la pelota está de su lado así que usted decide si mantiene o no abierta esta línea de comunicación. Hay momentos para ser firmes, claros y precisos para que usted se ponga límites y operar desde ahí, no desde de la confusión.