Ramos cayó en buenas manos
Lejos de los lujos del París Saint-Germain, su nuevo club, y del Real Madrid, donde vivió sus mejores años, los inicios de Sergio Ramos fueron modestos, en el antiguo campo de fútbol de su pueblo natal donde ahora sólo hay polvo y matas.
Con tres o cuatro años ya estaba pegando pelotazos fuera del campo de fútbol de Camas, la localidad donde nació Ramos en marzo de 1986, a muy poca distancia de Sevilla, recuerda el expresidente del club camero Juan Luis Angulo.
En el PSG, Ramos se reencontrará con un viejo amigo, el costarricense Keylor Navas.
Ambos futbolistas son grandes amigos, luego de compartir en el Real Madrid entre 2014 y 2019.
Pero volviendo a la historia de Ramos, a él desde los seis años lo entrenó Eloy Angulo, primo de Juan Luis.
Cuenta Eloy que entrenó a Ramos el tiempo que jugó en el Camas y luego, de manera complementaria y durante años, cuando el jugador se incorporó a la cantera del Sevilla, a los 12.
“Yo le tenía prohibido el pase largo, porque lo podía fallar. Le decía, ‘como eres joven, asegura el pase, para que puedas jugar todos los domingos. Y cuando tengas dinero, haz pases largos’”, dice Angulo, de 65 años, y quien sigue entrenando a niños.