“Un llamado a la conversión”
El sacerdote Marcos Morales, de Sardinal de Guanacaste, espera que la condena que le impusieron a Jonathan Canales Gallo, quien fue capturado gracias a su ayuda, sea una segunda oportunidad para él.
Canales fue sentenciado a 30 años por dos tentativas de homicidio simple, dos delitos de privación de libertad agravada y por incumplimiento de una medida de protección en contra de su expareja sentimental, una mujer de apellidos Mesén Muñoz.
Las autoridades lo pudieron capturar gracias a que el sacerdote lo enfrentó con un arma de fuego en la casa cural, donde el sujeto pretendió esconderse, en enero pasado, después de intentar machetear a Mesén..
“Hay que dar un mensaje de esperanza hacia la persona sentenciada, Dios siempre nos llama a todos misericordiosamente a la conversión, todos tenemos derecho a una segunda oportunidad”, reflexionó.
Los hechos se dieron el miércoles 13 de enero, ese día el padre salió a pasear a los perros y cuando regresaba solo escuchó el escándalo, el sospechoso estaba en la casa cural. El padre le ordenó detenerse pero el hombre empezó a correr e intentar escabullirse. El religioso le soltó varios plomazos de advertencia, por lo que Canales tuvo que quedarse quieto en primera. Los balazos alertaron a la Policía.
La sentencia fue dictada en los Tribunales de Santa Cruz, Guanacaste, el miércoles 30 de junio pero trascendió este jueves.
“Conocí la sentencia por medio de la prensa, no estoy ni para condenarlo, ni para defenderlo, gracias a Dios ya el sistema judicial llegó a un final y esperemos que sea para el bienestar psicológico, emocional y espiritual de las personas involucradas. Además, siempre hay una esperanza para las personas sentenciadas al tener una segunda oportunidad”, señaló.
El sacerdote dice estar alegre porque la mujer, quien fue agredida con un machete, está fuera de peligro y que el hecho no acabó en tragedia.
“Me alegro que se haya llegado a una conclusión en donde se vio el bienestar de la mujer y la persona sentenciada tuvo otro chance para que pueda ver su vida y reflexionar, en las cárceles mucha gente ha encontrado una reforma buena a su forma de vivir”, expresó.
“Este es un país donde todo funciona con base a regulaciones y reglamentos, sobre todo para la protección de la integridad de las mujeres”, sostuvo.
El religioso pide que haya más paciencia y amor en las familias.
La oficina de prensa de la Corte explicó que luego de la sentencia, los abogados o la Fiscalía tienen 15 días hábiles para apelar la resolución; sin embargo, hasta este viernes ninguna de las partes lo había hecho.
Deténgase. El padre tiene un arma de fuego desde el 2008 (año de su ordenación) y desde el 2012 cuenta con el permiso de portación, pero fue hasta el día de la captura de Canales que la estrenó, los tiros fueron al suelo, para amedrentarlo.
“Me lo topé de frente y mi acción fue decirle: ‘¡Deténgase!’, porque la iglesia está en un terreno de una cuadra y podía escapar o esconderse. Él no hizo caso, fue donde tuve que hacer dos detonaciones al suelo y lo que hizo fue subirse a una malla y anduvo corriendo por todo el techo de la casa”, contó el sacerdote en enero pasado.
El hoy condenado se escondió detrás de unas matas del jardín, un perro lo vio y trató de escapar. El religioso lo siguió y lo vio cuando pretendía brincarse un muro.
“Le dije nuevamente: ‘¡Deténgase, si no se detiene hago uso del arma!’, disparé hacia la tierra y ahí se detiene. Suena feo, pero lo tenía encañonado, en eso llegó la Policía y lo lograron capturar”, añadió.
Además del arma, el padre tiene perros de seguridad que cuidan la casa cural y 16 cámaras alrededor. Precisamente una de estas grabó el ataque de Canales a la mujer y fue prueba para las autoridades.
En las cárceles mucha gente ha encontrado una reforma buena a su forma de vivir”.
Marcos Morales
Sacerdote