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Los papudos empresarios Carlos Cerdas, dueño de Meco, y Mélida Solís, propietaria de H.Solís, pasarán los próximos cuatro meses encarcelados, cumpliendo prisión preventiva al ser investigados por el sonado caso Cochinilla.
Mélida llegó la tarde de este lunes a la cárcel Vilma Curling, conocida como el Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados.
Mientras que Cerdas seguía en celdas judiciales a la espera de que le asignen un campo en un centro penal, lo que puede demorar debido a la saturación carcelaria.
De entrada, ambos deberán estar en aislamiento, en módulos individuales durante 14 días, para prevenir casos de covid-19, luego los reubicarán en alguna celda.
Un exprivado de libertad, de apellido Quesada, le contó a La Teja que dentro de los centros penales existen “celdas de privilegio”, en las que, según él, meten a personas que no son consideradas peligrosas.
“Son personas que escogen, de fijo ella será una. En estas celdas hay, por ejemplo, agentes del OIJ detenidos, abogados, gente que se le considera tranquila. No los van a revolver con la chusma”, aseguró Quesada.
Agregó que tampoco dormirán en el suelo como les pasa a muchos, dice que mínimo van a tener una cama y ni siquiera de cartón, como en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Mario Fonseca, un exoficial Penitenciario, coincidió con el exprivado de libertad al reconocer que hay “escogidos”; sin embargo, cree que vivirán muchos problemas porque los extorsionarán.
“Mélida Solís no ha sido acomodada en una área y ya tiene sus aliadas, que quizás ni las conoce, pero son mujeres que le dirán cuánto deberá soltar (económicamente) para que no le hagan daño ahí adentro”, aseguró Fonseca.
A pura bomba. El exprivado de libertad, además, detalló algunos horarios de la rutina carcelaria que deberán cumplir los empresarios. Por ejemplo, todos los días deben levantarse entre las 5 y 6 a.m., y son libres en decidir si se bañan.
“Todos los días a esa hora hacen un conteo de personas, solo los lunes lo hacen dos veces. Primero entre las cinco y seis de la mañana, luego a las nueve de la mañana, porque es el día que hacen cambio de turno los oficiales penitenciarios”, comentó.
El desayuno es de 7 a 7:30 a.m. A las personas diabéticas les dan una merienda a las 10 de la mañana y entre las 10:30 y 11 a.m. se reparte el almuerzo. A las 2 p.m. toca el café y a las 4 de la tarde la cena.
“Los menús varían, a veces hay arroz, frijoles y salchichón, o bien huevo duro, se hacen muchos picadillos y procuran dar ensaladas, pero en ocasiones no alcanza”, aseguró.
No obstante, ningún reo está obligado a comer lo que les ofrecen en los centros penales, ellos pueden recibir la comida que les lleven su familiares, y obviamente esto es lo que ocurrirá.
“Lo que la familia le lleva a uno se conoce como ‘Bomba’, pueden llevar la comida que quieran; sin embargo, por ejemplo, si es café instantáneo tiene que ser pasado por bolsas ziploc, para que se pueda ver qué es lo que llevan”, mencionó.
Anuló fianza. La decisión de que los dueños de Meco y H. Solís vayan a la cárcel la tomó el juez Hugo Porter y se dio a conocer la mañana de este lunes al acoger la solicitud de la Fiscalía, que decía que la fianza no era una medida idónea para mantener a los empresarios apegados al proceso de Cochinilla.
El tiempo de prisión preventiva se les puede extender, hasta por dos años, si la fiscalía lo solicita y los jueces le dan la razón.
En primera instancia les habían impuesto una fianza como medida cautelar. Cerdas había tenido que dar $5 millones (más de ¢3,100 millones) y Mélida $3 millones (más de ¢1.800 millones y puso a responder cuatro lujosos apartamentos en Rohrmoser).
A ellos los detuvieron el lunes 14 de junio, junto con otras 28 personas, ya que son investigados por supuestos chanchullos millonarios con contratos públicos de obras viales. Según la investigación, presuntamente tenían una red de corrupción con funcionarios del CONAVI y del MOPT, quienes recibían todo tipo de regalos, hasta favores sexuales, y a cambio obtenían los millonarios contratos.
Glen Calvo Céspedes, fiscal adjunto de la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (Fapta), confirmó que durante el próximo mes y medio se mantendrán las indagatorias a otras 35 personas involucradas, cifra que se suma a los 30 investigados.
Estas indagatorias comenzaron el pasado 8 de julio, ya nueve fueron interrogados y por semana irán sumando cuatro más, hasta completar los 35. Presuntamente entre estos nuevos implicados no hay peligro de fuga.
Además, el Ministerio Público ordenó una investigación para determinar si existe responsabilidad penal para alguna persona por la filtración del expediente del caso Cochinilla, la orden la giró el fiscal subrogante Miguel Ramírez López, quien dijo que la tarea estará a cargo de la Fiscalía Adjunta de Fraude y Cibercrimen.