Cinco horas de tensión
Luego de pasar cinco horas atrincherado en una casa de dos pisos, un hombre apellidado Villalobos Beita, de 30 años, decidió entregarse a las autoridades como sospechoso de matar de un balazo en la cabeza a su exsuegra, Rosa Amelia Duarte Navarrete, de 40 años.
Durante este hecho Villalobos también tomó como rehenes a su expareja, una joven apellidada Duarte, de 26 años, y al hijo de ambos, de 9 años. Afortunadamente fueron liberados al poco tiempo gracias a la intervención de oficiales de la Fuerza Pública y el OIJ.
El caso inició a las 10 de la mañana de este sábado en El Cairo de Siquirres, Limón, cuando las autoridades recibieron la alerta sobre una mujer que había sido asesinada en su vivienda.
De un balazo. En cuanto a cómo ocurrió el homicidio de Duarte se manejan dos versiones. Según el OIJ, Villalobos llegó hasta esa vivienda para dejar a su hijo de 9 años, pero al ser recibido por su exsuegra este la mató de un balazo. La Policía Judicial informó que Villalobos y su expareja se separaron hace una semana.
Por su parte, Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública, aseguró que la señora intervino para defender a su hija y por ese motivo Villalobos le disparó.
“Se trata de un caso de violencia doméstica donde un tipo va a causarle problemas a su expareja, en ese momento la exsuegra de este interviene y el hombre le dispara, lo que provoca que ella muera en el corredor de la casa. Luego el sujeto tomó como rehenes a su expareja y a un menor de edad, quienes fueron liberados”, detalló Calderón.
En cuestión de pocos minutos la vivienda en la que Villalobos estaba atrincherado fue rodeada por oficiales de la Fuerza Pública y agentes del OIJ, entre estos dos investigadores de la Unidad de Negociadores.
Al parecer, familiares de Villalobos se enteraron de lo que había ocurrido y llegaron al lugar, por lo que los negociadores trataron de que estos conversaran con él para convencerlo de que se entregara, pero se negó.
Luego de varias horas de negociación, a las 3:15 de la tarde, Villalobos accedió a entregarse.
El OIJ encontró en la casa un revólver calibre 22 para seis municiones.