Mamá venció a la crisis
Silvia vivió uno de los momentos más difíciles de su vida hace cuatro años y medio.
Ella era víctima de violencia doméstica tanto física como sicológica y tenía dos hijos pequeños, uno de cuatro años y una pequeña de un añito, pero logró sacar fuerzas de flaqueza y dejar al agresor.
Su valentía fue puesta a prueba a los pocos días de tomar su decisión, empezó a sentir síntomas que le avisaban de un nuevo embarazo, pero ella se negó a creerlo y prefirió no ir al médico.
En ese momento, según nos contó, su mayor temor era confirmar que estaba embarazada de nuevo. Pensaba que se vería obligada a regresar al infierno del que había escapado.
“Un día, mientras iba en el bus para el trabajo, le pedí a Dios una guía para saber qué hacer y buscando en Internet encontré la página del Instituto Femenino de Salud Integral (Ifemsi) y llamé porque lo único que necesitaba era alguien que me apoyara. Me dijeron que lo primero que debía saber era si realmente estaba embarazada y me pagaron el ultrasonido para salir de dudas”, contó.
No solo confirmó su embarazo --de aproximadamente cuatro meses-- sino que tendría gemelas, las cuales actualmente tienen cuatro años.
“Para mí fue un shock, fue un baño de agua fría. Empezaron a surgirme las preguntas sobre qué iba a hacer. Pero desde que las vi en la pantalla (del ultrasonido) fue un borrón y cuenta nueva y dejé atrás todas las ideas que tenía de no tener ese embarazo.
Pensé que tenía a dos personas más por las cuales luchar y amar. También pensé que ellas me ayudarían a sanar mis heridas. A partir de ese momento Ifemsi se convirtió en mi segunda familia, en los ángeles de mi vida y de mis hijas”, agregó Silvia, de 28 años.
En lo que restó de su embarazo, la gente del instituto la acompañó, la capacitó con charlas y talleres de crecimiento personal durante un año y todo lo que tuvieron sus hijas (pañales, cuna, coche, ropa, cobijas) fue gracias a ellos porque su embarazo era de alto riesgo y debió incapacitarse.
También le consiguieron una beca para que terminara el bachillerato y la conectaron con una red de cuido para que mientras se preparaba y trabajaba sus hijos estuvieran bien atendidos.
“En Ifemsi me enseñaron a amarme como soy, encontré esa luz al final del túnel que me permitió recuperar el control de mi vida, porque antes mi vida era un desastre”, explicó Silvia, quien estudia la carrera de preescolar bilingüe.
Silvia se reservó sus apellidos por temor a su expareja, ya que hace año y medio la buscó y dice que trató de acabar con
su vida.
Gran labor. Silvia es una de las más de dos mil mujere s que el instituto ha ayudado a lo largo de los nueve años que tiene de fundado. “Creemos que las mujeres que viven un embarazo inesperado necesitan una mano amiga y no alguien que las juzgue. Por eso nos hemos especializado en la atención de embarazos de
este tipo y este 2021 lo ampliamos a las parejas que reciben la noticia de que su bebé viene con una anomalía congénita y que posiblemente morirá en unos segundos, minutos o días de nacido”, explicó Priscila Díaz, directora ejecutiva de Ifemsi.
Díaz, quien es licenciada en sicología, brinda acompañamiento emocional a las mujeres en esos momentos de crisis, ya sea porque son muy jóvenes y creen que su futuro educativo se fue por la borda o estaban comenzando la menopausia y de repente descubren que esperan un nuevo hijo.
“Nuestra área de especialidad es embarazo inesperado y relacionado con una crisis. Ifemsi no es un instituto para embarazadas en general, porque nuestros recursos son muy limitados. Buscamos acompañar a esas mujeres que realmente no saben qué hacer al verse en esa situación. Pueden ser migrantes que están solas en el país y no tienen a nadie”, agregó.
También atienden, en menor medida, a madres que cuentan con los recursos económicos suficientes, pero que atraviesan alguna crisis que no saben cómo afrontar. En estos casos su forma de intervención es distinta.
El apoyo con comida y pañales se da en casos extremos, ya que se enfocan en ayudar a la mujeres a conseguir estabilizar su situación emocional.
“Cuando nacen los bebés, se inicia el programa de emprendimientos para darles las herramientas con las cuales puedan salir adelante como becas de idiomas, formación básica en manejo de presupuesto, habilidades de comercio electrónico y redes sociales para que independientemente de la empresita que pongan, la puedan manejar adecuadamente”, contó Díaz.