Autopsia revela asfixia
La autopsia de William Creighton Kopko reveló que el estadounidense murió por asfixia (le presionaron el cuello).
Así lo dio a conocer la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos.
La forma en que murió se conoció cuando José Ángel Peñaranda, representante del Ministerio Público, lo mencionara en la acusación contra una supuesta banda de 11 personas que habría participado en la detención, secuestro y muerte del comerciante.
Creighton estaba casado con una costarricense, desde hace muchos años vivía en suelo tico y tenía en Montes de Oca un centro de apuestas en línea.
De acuerdo con la Fiscalía, los líderes de la banda son un hombre de apellidos Morales Vega, de 28 años, y la mamá de él, apellidada Vega Aguirre, de 48 años; el primero dijo ser bachiller en Derecho y haber tenido pizzerías, mientras que ella se dedicada a la venta de cosméticos.
Junto a ellos acusan a la novia del líder, de apellidos Solís Chaves, de 27 años; a la abuela de él, apellidada Aguirre Leal, de 74, y a su tío, de apellidos Vega Aguirre, de 49.
Además a Martínez Chacón, Sanabria Abarca (maestra),
Sánchez Gamboa, Ford Dowman, Jirón López y Medrano Vargas (los dos últimos son oficiales de tránsito).
De acuerdo con el Ministerio Público, la noche del 24 de setiembre del 2018, algunos de los miembros de la banda siguieron a Creighton y lo detuvieron en el cruce de Santa Marta de Montes de Oca.
Paliza. Al parecer, ahí fue atacado con armas de fuego, golpeado y, supuestamente, luego lo llevaron hasta una casa en El Alto de La Trinidad de Moravia, propiedad de la abuela del líder, donde ocultaron y privaron de la libertad a la víctima.
“Los sospechosos se apoderaron del carro del ofendido con el propósito de deshacerse de él. Por esa razón, se cree que Ford Dowman llevó el vehículo hasta San Isidro de Heredia, donde chocó y huyó del sitio”, aseguró el Ministerio Público.
En apariencia, los imputados le pidieron plata a la familia de la víctima o de lo contrario la mataban.
El 25 de setiembre del 2018, los acusados habrían recibido $950.800 en bitcoin (moneda virtual), pero de igual forma así lo asesinaron.
Sus restos fueron hallados el 5 de setiembre del 2019 en el cementerio de Quepos.