Luz al final del camino

los países del mundo que cuentan con la vacuna contra el covid-19 son privilegiados. entre esos nuestra querida Costa Rica. gracias a grandes esfuerzos CIENTífiCOS se ha podido llegar a una posibilidad de sanación. Simboliza una luz al final del camino, y sobre todo la esperanza de recuperar la paz y salud mental tan quebrantada en este último año para la humanidad. Conmueve ver las ganas y el orden en las filas, de personas que madrugan para recibir su primera dosis. en ellas también se puede percibir de nuevo la alegría de estar en grupo por una lucha común. la gente con respeto guarda distancia y no se rompen protocolos, cosa que se agradece; sin embargo, esta bella cultura tica no ha perdido su espontaneidad de hablar con quien esté al frente, aunque sea un poco lejos. Cada quien entre risas y lamentos se deja llevar contando su experiencia covid.

Si perdí el trabajo y ahora vendo comida o que si los niños ya no aguantan estar en la casa recibiendo clases virtuales. las restricciones, la falta de parques, las ganas de volver a los estadios de fútbol. Las historias son interminables mientras llega el momento de poner el brazo para la inyección. otras instituciones sumadas a la causa incluso ofrecen refrigerios gratis como compensación por levantarse tan temprano así como por la paciencia.

Sin duda, el efecto sicológico de la vacuna ha sido positivo para la gran mayoría de la población. Porque alimentar el alma con positivismo permite ir dejando atrás el estrés, la depresión y la inactividad. Síntomas frecuentes causados por el confinamiento, la incertidumbre y el miedo de morir ante la pandemia.

Por otro lado es de respetar a quienes presentan miedo de vacunarse, ya sea por fobia a la sangre y las agujas, o por suponer efectos negativos a largo plazo. Pero ojalá que dicho temor se vaya disipando. No olvidemos que la unión hace la fuerza.

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