Marcan la cancha al diablo
Obispo estableció las reglas del juego
El obispo de Tilarán-Liberia, monseñor Manuel Salazar Mora, conocedor de que la guerra contra el diablo no es jugando no quiere sorpresas o batallas perdidas.
Por eso, el líder religioso emitió tres decretos en los que define las funciones de su recién nombrado sacerdote exorcista y explica a su comunidad las reglas.
Monseñor y el sacerdote Marcos Morales Mora, canciller diocesano, primero firmaron un decreto, el pasado 8 de junio, en el que el padre Javier Dengo fue nombrado como exorcista oficial de la diócesis de Tilarán-Liberia.
Luego, el obispo Salazar y el padre Morales firmaron el 21 de junio otro decreto en el cual aclaran muy bien cuáles son las funciones que desde este primero de setiembre realiza el padre Dengo, exorcista oficial.
“Se le designa como residencia, al padre Javier Dengo, el terreno contiguo al llamado Santuario de la Divina Misericordia, ubicado en la comunidad de Nuevo Arenal, del cantón de Tilarán, en la provincia de Guanacaste.
“El padre Dengo tendrá una vida de oración contemplativa, especialmente por la diócesis, una vida de experiencia fraterna”, dice el documento.
Aclara el escrito que el padre Dengo no dará misas abiertas al público en el Santuario, pero sí podrá dar misas diariamente en privado, con las personas con las cuales hace vida comunitaria y ocasionalmente con los miembros de la Asociación
Diocesana Carmelitas Teresianos de la Divina Misericordia, eso sí, manteniendo siempre un cupo limitado y con protocolos sanitarios.
Al nuevo exorcista sí se le permite que siga evangelizando por medio de redes sociales y también dar consejería y dirección espiritual. Debe, eso sí, hacer un horario de atención con citas.
Monseñor Salazar confirmó que nombró al exorcista porque realmente se necesita en la comunidad.
“En vista de que algunos fieles de esta jurisdicción eclesiástica necesitan de la atención de un exorcista a causa de problemas espirituales y porque Dios ha llamado a los obispos y a algunos sacerdotes a este precioso ministerio del exorcismo y de la liberación para acompañar con humildad y caridad a estas personas”, dijo el obispo.
Otro decreto. En otro decreto firmado el 18 de junio, el obispo explica por medio de doce pasos cómo su comunidad tendrá acceso a un exorcismo o a una oración de liberación.
Se detalla que el servicio de exorcismo solo será para las personas que viven en la diócesis de Tilarán-Liberia y que la persona que se supone afectada por un demonio, antes de un exorcismo, tiene que haber llevado un proceso médico-clínico (sicología y siquiatría) que haya descartado una posible enfermedad de ese tipo (mental).
Además, el supuesto poseído tiene que haber recibido una oración de liberación por parte de un sacerdote y tener una carta de referencia de un sacerdote de la diócesis que haya atendido el caso y por medio de la cual recomienda la atención de parte del exorcista.
Entre los pasos también se indica que se atenderá con cita previa, que el supuesto afectado por un demonio será invitado a confesarse y comulgar y que los exorcizados deben ser muy discretos y no contar lo que vivieron.
Destacan que no se exige una ofrenda económica, pero que si el exorcizado quiere dar voluntariamente, se le recibe el dinero para usarlo en el mantenimiento del Santuario de la Divina Misericordia.
También se establece que el exorcista debe tener un equipo pastoral bien formado de sacerdotes, religiosas y laicos, que le ayuden a interceder, aconsejar, a discernir y que estén presentes en el exorcismo. En el rito siempre deben estar un hombre y una mujer como testigos. Además se menciona que el exorcista debe tener al menos un equipo de oración de intercesión, que ore especialmente cuando se realice un exorcismo, llevar un libro confidencial de los casos atendidos y que las Monjas Mercedarias de Tilarán orarán de manera especial cuando se les diga que se realizará un exorcismo.
El exorcismo es un rito por el que se ordena al demonio salir del cuerpo de un poseído, en el nombre de Jesús”.
José Antonio Fortea Padre