La Teja

Tamborcill­o del siglo 21

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

La escultura más conocida de Juan Santamaría, la del parque en Alajuela, mide 2,25 metros de alto y muestra al Tamborcill­o muy decidido, yendo hacia adelante con la tea en alto, como en la Batalla de Rivas en 1856.

Esa fue una forma de homenajear­lo en 1891, hoy toca hacerlo de otra manera y el artista nacional Maikol Villalta Rodríguez, un josefino de 37 años, encontró una que además acerca la figura del héroe a generacion­es más nuevas.

Maikol creó un muñeco de esos conocidos como funko (o pop) con la imagen de Juan. El primero se lo regaló al Museo Histórico Juan Santamaría, donde le sacan el jugo en talleres para niños, sobre todo en uno llamado

“Juan, el héroe”, que se apoya con un cuento.

Maikol trabaja creando muñecos pop y allá por el 2017 tuvo la idea de convertir en uno de ellos al Tamborcill­o alajuelens­e, quien entregó su vida para prenderle fuego al mesón donde estaban refugiados los filibuster­os y con esa acción Costa Rica logró vencerlos y alejar las amenazas de conquista que tenían William Walker y los suyos, que deseaban esclavizar Centroamér­ica.

En la Batalla de Rivas se tuvo que defender la independen­cia --que este 2021 cumple dos siglos, cuando apenas teníamos 35 años de haberla conseguido.

Maikol nos cuenta que la primera versión del muñeco la hizo para él, para su niño interior.

“Ya tenía la idea de cómo quería hacerlo, sin embargo, me tocó informarme bastante, eso me llevó a varios textos en los cuales se confirmaba que los uniformes que usaron los soldados de la Campaña Nacional de 1856 eran azules ya que fueron una donación del gobierno de Francia, por eso ese primer Juan Santamaría fue con pantalón y camisa azules”, comentó el artista.

A mano. En el 2017 Maikol no tenía la tecnología ni la experienci­a de ahora, por eso le tocó hacer todo a mano, incluida la pintura y los detalles como el fuego de la tea.

El arma no la fabricó, se encontró entre sus legos una muy parecida a la que se describe que usaba Santamaría y se la puso al funko.

Cuando terminó aquella primera versión se le vino otra idea de a la cabeza: donar la figura al Museo Juan Santamaría, con el cual se puso en contacto y aceptaron encantados.

El 11 de abril de este año publicamos una nota sobre Juan Santamaría en la cual, de la mano del historiado­r Rónald Castro, informamos de muchos detalles del héroe nacional poco conocidos, como que antes de ir a la batalla de Rivas trabajaba de albañil y que fue aprendiz de músico, por eso le decían Tamborcill­o.

“Se tiene confirmado que Juan sabía ya leer música y su nombre aparece en una de las listas de la Banda Veterana de Alajuela en 1846, cuando tenía quince años. Estuvo al menos tres años como voluntario aprendiz de banda. Hay una canción que toda la vida se ha cantado en las escuelas y en su primera estrofa dice: ‘Juan Santamaría nació en Alajuela, tan pobre vivía, que no fue a la escuela’.

“Eso es cierto, sin embargo, no significa que no si quiere un pop del héroe nacional puede contactar a maikol al Facebook: “maik’s Customs Cr”.

supiera leer o escribir porque cuando tenía unos siete años asistía a clases en la casa del maestro José María Castillo”, explicamos en aquella nota.

Es mucho lo que aún falta saber del humilde soldado que ahora se ve tan tierno como funko.

El segundo. El año pasado a Maikol se le ocurrió hacer un segundo muñeco. Nos explica que en la cultura de los pop siempre se hace un superhéroe con dos versiones, la normal y una con algo especial que siempre encanta a los coleccioni­stas, quienes a veces pagan sumas altísimas por ellos.

Y entonces a Maikol se le ocurrió un muñeco de Juan Santamaría, pero en la versión de la estatua que está en el parque alajuelens­e que lleva su nombre, es decir, como si fuera de bronce.

“Me llevé un poco más de tiempo porque tuve que revisar cientos de fotos de esa estatua para entender los detalles; sin embargo, lo hice también con mucho cariño. A mí me gusta mucho mantener vivos los valores de la patria, por ejemplo, estoy analizando la posibilida­d de hacer a Pancha Carrasco, estoy en eso”, explica Maikol, quien aclaró que las dos versiones del funko de Juan Santamaría las hizo en 9 centímetro­s y de 25 centímetro­s.

Nos comenta el josefino que a esas otras versiones de un mismo personaje en la cultura pop le dicen “chase”, palabra que significa perseguir. El término es muy adecuado porque los fiebres se ponen detrás de ellos en cuanto saben que existen.

A los ticos nos podría funcionar para perseguir, e imitar, el valor que Juan demostró en suelo extranjero a la hora de defender los valores de la patria.

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¡FELIZ DÍA DE LOS NIÑOS!
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CORTESÍA Esta es la versión como si fuera la estatua.
 ?? CORTESÍA ?? Esta es la primera versión que hizo el artista.
CORTESÍA Esta es la primera versión que hizo el artista.
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TESÍA COR Maikol es un gatazo para lo pop.

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