Chorrotes de vida y fuente de energía
Javier Elizondo es un “conquistador” de cataratas.
Este arquitecto, de 28 años, tiene seis años de recorrer todos los rincones de nuestro país con su cámara y tres de estos los dedicó a documentar hermosas caídas de agua en un libro que publicó en el 2019 y que se llama Cataratas y Leyendas.
El material, que nació de un viajezote que hizo con un grupo de amigos, combina folclore, ficción y realidad de lugares poco conocidos de Costa Rica.
Su amor por Tiquicia, sus colores y paisajes lo tienen motivado para publicar muy pronto un segundo libro sobre las aguas termales y volcanes nacionales.
Su brete hizo que lo seleccionaran para la serie audiovisual “Héroes Turísticos”, del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
El capítulo dedicado a Javier se estrenó ayer y es el último. Todos los capítulos --son siete en total-- se pueden ver en el Facebook, Instagram y en el canal de You Tube del ICT.
Héroes Turísticos destaca a todas esas personas que, pese a las adversidades que trajo la pandemia, luchan porque el sector turístico siga a flote.
“No existe otro lugar como este país, ni en Centroamérica, ni en el mundo. Es una tierra donde hay colores inimaginables, que si uno sale a conocer, se termina conociendo a uno mismo”, dice Javier en el video.
Arquitectura, fotografía y olas.
Su espíritu aventurero tiene a Javier viviendo actualmente en un contenedor en playa Garza, en Guanacaste. Ahí combina su trabajo como arquitecto con la fotografía de los surfistas que disfrutan de las olas en Nosara.
Como rememora, su travesía inició capturando imágenes de las cataratas luego de comprarse su cámara y hacer un paseo.
“En el libro hay cataratas, volcanes, ilustraciones, humor, historias reales, así como misterio y fantasía. Todo junto refleja parte de la identidad y cultura de Costa Rica”, destaca el aventurero.
Aunque desconoce la cantidad de cataratas que ha visitado, en su primer libro hay registradas imágenes de 129. Para él, de todas esas, la más linda es el conjunto de Cacho Negro, en el río Puerto Viejo.
“No hay palabras para describir la belleza de ese lugar”.
Si se tata de saber cuáles son las cataratas que todo turista debe visitar, Javier responde que la de Cacho Negro, en el corazón del Parque Nacional Braulio Carrillo; la de río Blanco, en las faldas del volcán Turrialba; la de Chindama, en Bellavista, al sur de Guápiles y la catarata Roja, en Talamanca, al noreste de las sabanas Durika.
Javier dice que le encantan por la energía y fuerza del agua, además, porque el agua fría libera adrenalina y con ello dopamina, haciéndonos sentir bien.
También por la arquitectura del paisaje donde esté la catarata, la cual provoca un vacío que deja observar la inmensidad del bosque tropical y el vapor deja ver los rayos de luz, provocando momentos sublimes.
“Al entender la naturaleza y ver los fenómenos naturales cerca y frecuentemente, es inevitable reflexionar sobre la existencia y el espíritu”, comentó el oriundo de La Uruca.
Ilusión. Javier quiere que nacionales y extranjeros se sigan maravillando con las bellezas de Costa Rica y para ello fundó, el año pasado, la empresa Waterfall Trail ( Sendero de Cascada), ahí ofrece servicios de turismo guiado y barranquismo con guías locales.
Para él, el turismo es una oportunidad para que personas que aman el medio ambiente salgan adelante, vivan bien y compartan la buena energía con otros.
Ante la pregunta de quiénes son sus héroes, respondió que sus papás Jorge Elizondo y Olga Esquivel.
También incluyó a sus amigos Rodolfo Ballesteros y Milagro Chaves, por sus trabajos de filantropía, y todo aquel que trabaja día y noche para sacar a su familia adelante.
Javier espera que su historia en Héroes Turísticos inspire a otras personas a vencer el miedo y a seguir sus sueños.