La Teja

CAYÓ EN LA TENTACIÓN DE LA CLETA

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La exmodelo Karolina Brenes encontró en el ciclismo la mejor medicina para liberar estrés y olvidar por un rato las preocupaci­ones debido a las enfermedad­es de sus papás.

Su papito, Rodolfo Brenes, de 76 años, es paciente oncológico y su mamita, María Elena González, de 65 años, es diabética. Debido a la pandemia la guapa ha tenido que cuidarlos el doble y acompañarl­os a citas.

Karo cuenta que a veces se siente intranquil­a porque ha bajado la clientela de su salón de belleza en La Agonía de Alajuela. Todo junto la ha estresado mucho.

Hace cuatro meses aceptó la invitación que un grupo de amigos del gimnasio para hacer ciclismo de montaña y asegura que gracias a este deporte ahora es otra persona.

“Siempre había querido pegarme los tours, pero debido al cuido de mis padres y todo lo demás se me complicaba. No obstante, me solté un poquito y empecé a sentir que esto me desestresa­ba, conocía lugares y al final me entusiasmé con la bici”, dice.

Cletear le gusta tanto que ahora sale dos veces a la semana a andar por Santa Ana, donde vive, y los fines de semana va más lejos con los amigos.

Buena salud.

Otra razón por la que dice estar enamorada de volar pedal es que también le ha ayudado mucho con su salud, siente más energía durante el día y el asma le afecta menos.

Eso sí, su inhalador no le puede faltar.

“Me encanta porque salgo temprano con ese airecito de la madrugada, que me relaja mucho y me ayuda a agarrar condición porque soy asmática. Al principio era de lo peor por la falta de aire, sentía que me ahogaba, pero me decía: ‘aquí llevo la bomba y voy porque voy’. Ahora tengo más aire y aguanto más”, explica.

En las primeras salidas no aguantaba ni 10 kilómetros y era de las que se bajaba a caminar cuando ya no echaba, ahora cuenta orgullosa que ya recorre más de 70 kilómetros sin parar.

También cambió su alimentaci­ón, come más sano, y trasnocha menos.

“Antes me daba pereza hacer deporte y me gustaba enfiestarm­e mucho, pero las chiquillas del gimnasio me entusiasma­ron para que comprara una bicicleta y saliera a andar con ellas. Ahora primero está la bicicleta”, confesó.

Un sustote. No todo ha sido color de rosa, como pasa a menudo. En más de una ocasión le ha tocado “dialogar con la arena”, como diría el famoso Cañero.

“El primer día que salí casi mato a un amigo porque me llevó por el puente de Turrúcares, en Alajuela, casi me descompong­o; sentí que me iba a morir. Ese día quedé como traumada, y pensé ‘si esto es así, no vuelvo’”, recordó entre risas.

Otro día, en el que por poco tira la toalla, fue un viaje desde Heredia hasta las cercanías de Vara Blanca, pero agarró fuerzas de donde no tenía y lo logró.

“He andado por Jacó, por el puente viejo de Turrúcares, por Puriscal y Ciudad Colón, adonde me digan voy. El esposo de una de las chiquillas es Pito Bikes (Fernando Sandí), que sabe mucho de ciclismo, él es como nuestro guía, nos hace las rutas y nos aconseja”, contó.

Un momento que jamás olvidará fue una vez que andaban en Jacó y por una caída se desmontó un hombro y las piernas le quedaron como un granizado.

“Llegamos hasta el mirador viejo y cuando veníamos bajando estaba muy húmedo y la tierra suelta. Yo venía frenando y en un codo me coleó la bici y salí disparada para el suelo. Una amiga venía bajando a pie porque le dio miedo, el camino estaba muy feo. Ella me escuchó cuando grité porque el pie me quedó metido entre la bicicleta y no me podía soltar”.

Eso sí, nada la ha detenido.

A dejar la pereza. Otra exmodelo que también le ha agarrado el gusto al ciclismo es Katalina Alfaro, gran amiga de Karo.

En ocasiones salen a pasear juntas por Heredia, de donde es la macha, y en otras se pegan un “ride” por rutas de moda.

“La condición que uno tiene en el gimnasio no es la misma para andar en bici, me ha costado mucho, pero todo es un proceso. Lo que me tiene más feliz es que poco a poco voy aumentando mi kilometraj­e y voy encantada cada vez que salgo”, dijo.

Karolina aprovechó la ocasión para incentivar a más personas a hacer ejercicio y a dejar la pereza.

“¡Anímense! Con un ratico que hagan de bicicleta van a ver lo bonito que es. Además conocen lugares superlindo­s y la experienci­a es muy chiva, hasta las caídas”. ▲

Yo soy la cuidadora principal de mis papás y a veces me toca meterme a un hospital ocho horas diarias” Karolina Brenes Exmodelo

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CORTESÍA E INSTAGRAM Karolina Brenes le pone bonito pese a caídas y raspones.
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ARCHIVO José Pablo Pérez, hijo de Karo, con don Rodolfo Brenes.

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