Sin conocer a su bebito
Adriana López enfrenta la batalla más dura de su vida. Se encuentra internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Calderón Guardia, tratando de reponerse de los daños que causó el covid-19 en su cuerpo, y que no le han permitido conocer a su recién nacido.
Pese a que está sedada e intubada, la valiente mujer está aferrada a la vida ya que en su casa la esperan su esposo, Rónald Vargas, y sus hijos, Sara de 5 años y Fernando de solo un mes y doce días.
El 26 de julio, cuando la mamá estaba celebrando su cumpleaños número 32, empezó a sentir dolor de garganta, de cabeza y también una fiebre leve.
Su esposo comenzó a sentir congestión nasal tres días antes y ese 26 amaneció con fiebre, así que él fue a hacerse la prueba del covid-19 y dio positiva, automáticamente a Adriana la declararon contagiada por nexo.
En ese momento ella tenía 34 semanas de embarazo y aún no se había puesto la vacuna ya que por recomendación médica se aplicó otras primero y cuando ya se iba poner la del coronavirus se contagió.
A Rónald lo internaron el 31 de julio en el hospital San Rafael de Alajuela, tenía dificultad para respirar, es asmático y eso complicó la situación. Mientras tanto, Adriana se quedó en casa cuidando a Sara, quien por dicha nunca tuvo síntomas, y también del bebito que tenía en la pancita. Nunca pensaron que su condición se fuera a complicar porque ella no tiene factores de riesgo.
El 5 de agosto, al esposo le dieron la salida del hospital, pero ese mismo día ella se complicó, por lo que la llevaron al centro médico alajuelense y de ahí la enviaron al Calderón Guardia.
“La empezaron a monitorear y vieron que ya el bebé estaba empezando a tener falta de oxígeno y el 6 de agosto le hicieron cesárea. Ese mismo día decidieron intubar a Adriana porque estaba muy complicada.
“A Fernando lo tuvieron en una UCI seis días, porque nació un mes antes, y los primeros cinco días no pude saber nada de él porque el único teléfono que tenían de contacto era el de Adriana, yo estaba desesperado porque no me daban información de él”, contó Rónald.
Pulmón artificial. Cuando el bebito salió del hospital tuvieron un poco de paz, pero la situación de Adriana siguió complicándose.
El virus le causó una neumonía severa que no permitía que le llegara suficiente volumen de oxígeno a los pulmones, por lo que había muy poca oxigenación en todo el cuerpo.
“El 7 de agosto la conectaron a una membrana extracorporal de oxigenación, ECMO se llama, es un pulmón artificial que respira por ella”, explicó.
Eso y las oraciones de sus seres queridos la mantienen con vida, pero el camino no ha sido fácil, el pasado 6 de setiembre sufrió un shock séptico debido a una fuerte infección que tiene en un pulmón.
“Vivimos un día a la vez, pensando que mañana Adriana estará mejor que hoy. Nosotros le enviamos audios de
Fernando llorando, de Sarita cantando y de los familiares cercanos diciéndole cuánto la amamos y dándole fuerzas.
“Los médicos han sido increíbles con nosotros y todos los días nos informan cómo está, ellos monitorean su estado constantemente y por medio de una banda que tiene en la cabeza saben los momentos en los que está receptiva y ahí es cuando le ponen los audios, nos dicen que Adri todo lo escucha, pese a que está sedada”.
Necesitan sangre. Como la mamá está conectada a una máquina que funciona como un pulmón artificial, la sangre de ella pasa constantemente por la membrana, por lo que tienen que estarle reponiendo la hemoglobina y en ocasiones tienen que ponerle hasta dos bolsas de glóbulos rojos por día.
“Esa ha sido otra preocupación, porque así como Adriana hay otras once personas ahí en el Calderón conectadas a una ECMO y ahora hay escasez de sangre, necesitamos ayuda de la gente para que todos ellos tengan la sangre que necesitan para seguir luchando. “Estamos tratando de conseguir apoyo de personas conocidas, como influencers, para que nos ayuden a buscar donadores de sangre. Estamos en el mes del bicentenario de la independencia y yo creo que hacer patria es mucho más que hacer un juego con drones, ya que este año no hubo desfiles, podemos desfilar hacia el Banco Nacional de Sangre o a los hospitales que nos queden cerca para donar sangre, ese ese líquido depende la vida de muchas personas”, suplicó el esposo.