La Teja

“ME DA COSILLA SALIR”

- Adrián Galeano Calvo adrian.galeano@lateja.cr

Lily Calderón Vargas no sale a la calle con la misma tranquilid­ad que lo hacía antes, vive temerosa de encontrars­e con alguno de los tres sujetos que la semana pasada estuvieron a punto de quitarle la vida de una puñalada en la espalda cuando andaba buscando bretecito.

Pero la mujer, de 47 años, aseguró que a pesar del temor no puede hacerle mucha mente, ya que tiene que seguir pulseándol­a.

“Me da cosilla salir, imagínese que me los vuelva a topar, porque ya una segunda vez creo que no lograría contar el cuento, pero yo confío en Dios y espero que pronto estén detrás de las rejas, donde deben de estar”, aseguró.

La preocupaci­ón de Lily se debe a que los tres sospechoso­s de agredirla, de apellidos Valverde Torres, Rojas Retana y Díaz Alfaro, fueron liberados con medidas cautelares el jueves 9 de setiembre, tan solo un día después del ataque ocurrido en Goicoechea, en San José.

“Me siento decepciona­da por eso, pero ahora debo seguir con el procedimie­nto que me digan, pero yo estoy segura de que pronto los vamos a sacar de las calles para que no le vuelvan a hacer daño a nadie.

“Lo único que puedo decir es cómo personas de ese calibre pueden estar en una sociedad haciéndole daño a otra gente buena, que de una u otra forma damos nuestro esfuerzo para buscar un trabajo y llevar sustento a nuestras casas”, reflexionó.

Ángeles. Lily sufrió el ataque el miércoles 8 de setiembre, afuera de la carnicería La Unión en Goicoechea, a escasos 100 metros de la iglesia católica de Guadalupe. Había llegado ahí en bicicleta luego de andar por Pavas en busca de algún trabajito en una fábrica.

“Ese día el aguacero me alcanzó cuando iba para mi casa, que está en barrio El Carmen de Coronado, entonces lo que hice fue ponerme la capa y quedarme por ahí, en eso pasó un tipo de esos y me robó el casco, me le quedé viendo y los otros chavalos se levantaron y se me vinieron encima.

“Acaté a agarrar mi bici y meterme en la carnicería de la pura esquina, pero el guarda me decía que no quería problemas y no me dejaba entrar, entonces me metí por la otra puerta”.

Como se observa en un video de una cámara de seguridad, uno de los sujetos pateó la bici de Lily y, cuando ella salió del local para enfrentarl­o, de forma cobarde otro la apuñaló por la espalda, perforando su pulmón izquierdo.

Con las pocas fuerzas que le quedaban caminó 100 metros hasta una panadería para pedir ayuda, ahí llegaron los “ángeles” que la socorriero­n.

“Cuando llegué a la panadería sentía que me ahogaba, no podía respirar. Le doy gracias a la Policía Municipal porque por su pronta actuación yo estoy aquí, de no ser por ellos yo no la hubiera contado

“Ellos llegaron en pocos minutos y llamaron a la clínica diciendo que necesitaba­n una ambulancia urgentemen­te, luego de eso capturaron a los sujetos esos que me hicieron el daño”.

Muy delicada. La puñalada tuvo a Lily entre la vida y la muerte, tanto así que cuando era llevada a emergencia­s se desvaneció por completo, afortunada­mente los médicos lograron salvarle la vida.

“Cuando me di cuenta ya estaba en una cama y conectada a una máquina. Un doctor me dijo: ‘ Que dicha que volviste, porque si no hubieras vuelto en tres horas te damos por muerta’, eso era porque yo no reaccionab­a”, recordó.

Ese mismo día fue operada de su pulmón, los médicos también sacaron toda la sangre que había causado la puñalada. Pese a que estuvo cara a cara con la muerte, Calderón logró recuperars­e en poco tiempo y el viernes 10 de setiembre, hace ocho días, le dieron la salida.

“No me encuentro del todo bien, me falta un poco el aire al respirar y cuando camino, pero poco a poco lo voy logrando, de a poquitos me voy recuperand­o.

“No sentí miedo de morir, porque todo está en orden, todo está bien, si me tengo que ir en algún momento yo me voy tranquila, porque aunque no es mi deseo, sé que es el de Dios”.

Sigue buscando. Aunque sigue un poco adolorida por el ataque, mantiene la mirada puesta en conseguir un bretecito, por eso es que desde ya está en búsqueda de alguna oportunida­d, pues no es delicada para el trabajo.

“En realidad ando buscando cualquier tipo de trabajo, yo en esta pandemia he trabajado hasta en construcci­ón, cosa que nunca me hubiera imaginado, también he trabajado en limpieza, cuidando ancianos y niños, por lo que cualquier trabajo es bueno”.

De momento Calderón se gana algunas tejitas vendiendo camitas para perros y alforjas que ella misma hace, pero desea tener un trabajito estable para ayudar a sus papás, con quienes vive.

Esa bici tiene cuatro años conmigo, es mi carrito, todo lo jalo ahí, si tengo que ir a San José o a Tibás voy en bici”. Lily Calderón Pulseadora

 ??  ?? La Policía Municipal de Goicoechea le cuidó la cleta.
La Policía Municipal de Goicoechea le cuidó la cleta.
 ?? LILY CALDERÓN ?? Ni el terrible ataque le quitó las ganas de pulsear un trabajito.
LILY CALDERÓN Ni el terrible ataque le quitó las ganas de pulsear un trabajito.
 ?? LILY CALDERÓN ?? Lily la pulsea con alforjas para bicis y camitas para perros.
LILY CALDERÓN Lily la pulsea con alforjas para bicis y camitas para perros.

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