Recuperando el sexo
las estadísticas continúan arrojando cifras desalentadoras sobre la prevalencia de las disfunciones sexuales, tanto en nuestro país como en occidente, al punto que cerca del 70% de la población tiene o ha tenido problemas sexuales y muchos simplemente han renunciado a la idea de tener una vida sexual plena.
Abundan las parejas que llevan años sin tener relaciones sexuales, otras han convertido el sexo en un trago amargo que se toma una o dos veces por semana de mala gana, y están aquellos en los que cada relación sexual, va precedida de una discusión o de un conflicto. Y desde luego, están los que desistieron de tener una vida sexual dentro del vínculo y buscan afuera lo que no consiguen adentro.
A primera vista, estos datos dejan la impresión de que el sexo es algo desagradable, repugnante o doloroso, cuando en realidad es claro que la sexualidad es una de las experiencias más placenteras y gratificantes para el ser humano, claro está, cuando se disfruta, y ahí es donde está el verdadero problema, son muchas las parejas que no logran que el deleite sea mutuo, y como tal el sexo pierde su magia, pierde su atractivo y por ende, se pierde el deseo y la iniciativa de ir a la cama.
Hace unos años esto representaba casi una sentencia eterna, porque la ciencia no contaba con los medicamentos para tratar los problemas sexuales así que a las parejas no les quedaba más que resignarse a vivir una vida sexualmente atenuada.
Separaciones, divorcios, infidelidades, conflictos maritales, y hasta episodios de violencia son algunas de las consecuencias de los problemas sexuales, problemas que hoy se pueden evitar, ya que la ciencia cuenta con diversos tratamientos que nos permiten resolver la mayoría de los problemas sexuales. de manera que todas aquellas frustraciones que han vivido muchas parejas, hoy tienen solución y una vida sexual plena está al alcance de todos.