La Teja

Álvaro Saborío es como el buen vino

- Franklin Arroyo franklin.arroyo@lateja.cr

San Carlos estaba encerrado, sin ideas, sacando agua del bote. Perdía 1 a 0 ante Pérez Zeledón y no se veía una posibilida­d de reaccionar por parte de los pupilos de Douglas Sequeira.

Pero una vez más apareció el eterno salvador norteño, Álvaro Saborío, quien recibió la pecosa a unos 40 metros de la portería contraria, corrió con una marca encima y sacó un remate sorpresivo, lejano, rastrero y muy bien colocado, tanto así que por más que se estiró el portero generaleño Jussef Delgado nunca le llegó a la pecosa.

Fue el 1 a 1 definitivo. Fue el empate norteño, un resultado que quizás resulte injusto para Pérez Zeledón por lo bien que jugó en el complement­o, pero cuando Sabo esta en el campo cualquier cosa puede suceder.

El partido cambió con ese gol. Los Toros se sacudieron del dominio al que estaban sometidos por los Guerreros y más bien, casi ganan el partido y todo por tener a Sabo, un hombre que es como el buen vino, entre más viejo... (39 años) mejor.

Sabo, de pocas palabras, dijo que la clave para mantenerse vigente como goleador es más sencilla de lo que uno supone. “Tirar a marco”, mencionó.

El periodista, Carlos Serrano, insistió, ¿pero qué más, que trabajos extra hace?

“Es más mental, es disfrutar, esforzarme al máximo, aprovechar esta carrera, apoyar a los compañeros, ser profesiona­l donde sea que me toque jugar”.

También lanzó una gran verdad para todos aquellos que intentan defender lo indefendib­le cuando le preguntaro­n por la chiquillad­a de Manfred Ugalde. “A la selección no se renuncia”.

Sabo también es contundent­e fuera de la cancha con sus frases y ojalá muchos carajillos echen para su saco.

Los Guerreros del Sur se habían ido al frente con un pepinazo de cabeza de Henrique Moura cuando aprovechar­on el hombre de más que tenían para someter a San Carlos, debido a la expulsión de Wilmer Azofeifa al 42, por doble amarilla.

Con ese hombre de más, por fin pudieron profundiza­r su juego, con centros y algunas combinacio­nes por el centro, hasta que encontraro­n el gol por el sector derecho, cuando Luis Carlos Barrantes sacó un centro al área y Moura, incorporad­o al ataque, la pegó de jupa, con un remate picado que venció al portero visitante, al 56. lento y las opciones fueron pocas.

Sin Azofeifa en la cancha, los generaleño­s se fueron al ataque, superaron a San Carlos con aperturas por la banda y con un Henrique Moura que lució enorme en defensa y en ataque, así como por los destellos de Luis Stewart Pérez y de Gabriel Leiva.

El gol de Moura parecía inclinar la balanza a favor del equipo que había hecho mejor las cosas, pero San Carlos tiene a Saborío. El eterno goleador. El incansable romperedes.

Sabo es como el vino. No cabe duda.

 ?? SAN CARLOS ?? Álvaro Saborío ocasionó la deseperaci­ón generaleña.
SAN CARLOS Álvaro Saborío ocasionó la deseperaci­ón generaleña.
 ?? PÉREZ ZELEDÓN ?? Henrique Moura destacó como guerrero.
PÉREZ ZELEDÓN Henrique Moura destacó como guerrero.

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