La mejenga de la poca fe
En Costa Rica el ambiente con la Sele está tan furris que no nos habíamos dado cuenta que en Honduras el asunto anda parecido.
Misael Rosales es hondureño de cepa, se siente muy orgulloso de ser catracho, pero nos contó que está decepcionado de la forma en la que están trabajando los altos dirigentes del balompié de su país. Igual que aquí con Rodolfo Villalobos a la cabeza.
Rosales vive en Coyoles Central, en el estado de Yoro, una zona bananera en la costa norte y fue jugador en clubes como Curazao, Independiente y otros del fútbol catracho y dijo que hay mal ambiente sobre el juego contra la Tricolor.
“Hay un ambiente hostil con el cuerpo técnico que ha tomado decisiones que solo él sabe (Fabián Coito, entrenador de la “H”). He escuchado comentarios de gente que dice que Costa Rica se puede llevar los 3 puntos.
“No confiamos en el proceso que ha tenido la selección, cómo se ha manejado, han traído a los jugadores a hacer nada a la Bicolor, se sacaron entradas a la venta y hoy (ayer) se había vendido el 40 por ciento de los boletos”, destacó.
Rosales sigue con lupa lo que pasa con el fútbol de Tiquicia, es aficionado al Herediano y aseguró, con el dolor de su corazón, que la Sele derrotará a los hondureños 2 a 1.
“Sé lo que pasa en el fútbol tico, pero cuando ambos equipos juegan se crecen. Tenía una bandera de Costa Rica, la llevaba en el bolso, pero me asaltaron y ahí iba la bandera. Espero que sea un partido en paz, pero siendo franco, espero que gane Costa Rica”, reconoció.
Cuando se le preguntó por qué cree que Honduras caerá ante los ticos, fue claro.
“Sencillamente por las decisiones que se toman en el fútbol hondureño. El fútbol hondureño está mal manejado, desde las federaciones hay poco apoyo a las bases y en la zona de donde vengo es cuna de grandes jugadores y desde hace 20 años, no sale un gran futbolista a la liga nacional.
“Los jugadores que quieran lograr algo, ya sea a nivel de clubes o de la selección deben poner de su bolsa para costear el proceso de visorias. Tienen que comprar sus alimentos, implementos deportivos, transporte y eso es corrupción. Antes la federación asumía esos costos, pero cuando más ventajas tienen de ir a un mundial, más se corrompe el fútbol”, lamentó.
Nadie pierde. Ana Cristina Aguilar llegó a Honduras hace 37 años; sin embargo, no pierde contacto con Tiquicia y espera ansiosa, pero con reservas, la mejenga de la Sele contra la “H”, de este jueves.
Aguilar nació y se crió en barrio Luján, en el puro centro de Chepe, y se fue a vivir a Honduras con su entonces novio y hoy esposo Roy Valecillo, quien en ese entonces vino a Costa Rica para estudiar Ortopedia.
Ana Cristina contó que ella y Roy se instalaron en San Pedro Sula, en donde este jueves será la mejenga entre ticos y catrachos, en el Estadio Olímpico Metropolitano, y aseguró que en la familia viven los partidos con pasión, pero con respeto por ambos países.
“Cuando juega Costa Rica contra Honduras decimos que gane el mejor. Todos los goles los festejamos, nadie pierde, todos ganamos, pero siempre que viene la selección me emociono.
“En la casa ponemos una bandera de Costa Rica y yo me pongo la roja. Antes nos organizábamos para hacer una comida y demás, pero ahora, preferimos comprar y somos de ir muy poco al estadio, preferimos ver los juegos en la casa”, expresó.
La tica, de 56 años, contó que tienen 3 hijos: Cristina, Vanessa y Roy y 4 nietos: Daniela, Diego, Mateo y André.
“Creo que en cuestión de fútbol somos democráticos. Mi hija Vanessa y yo somos saprissistas y le vamos al Real España, mi esposo y mi hijo Roy son manudos y también van con el Real España. Cristina es manuda y va con el Olimpia”, destacó.
Sobre el partido contra la “H”, Ana Cristina reconoció que ambas selecciones pasan por un momento difícil, pero la localía favorece a los hondureños.
“Creo que puede quedar empate, sin goles o uno a uno”.