“No me hallo sin ti”
los ticos hemos perdido parte de la riqueza del lenguaje que tenían nuestros antepasados y sobre todo nuestros campesinos. una de las frases de amor más ricas de aquel lenguaje era precisamente “no me hallo sin ti”, expresión utilizada para decir: “cuanto extraño a un ser querido”. esta expresión, cuando de amor hablamos, tiene una connotación especial de tipo filosófico. decir no me hallo sin ti, es apelar a la pérdida del ego, a la pérdida del ser, al no encontrarme a mí mismo cuando estás lejos. Esa frase tan simple y reflexiva tienen un trasfondo ontológico profundo, ya que se ha perdido la identidad ante su ausencia. lo menciono porque sinceramente nunca encontré entre letrados, gente más culta que la que conocí en el campo. Y cuando tuve la dicha de conocer gente brillante en la universidad con frecuencia tenía una formación campesina, como olvidar a Gil Chaverri. el campesino, hombre sabio porque su maestra es la naturaleza, ya se había dado cuenta que la distancia devela el amor, lo pone de manifiesto, lo hace evidente, lo vuelve un Coloso de rodas, al punto que uno no se encuentra a sí mismo. la frase desde luego que tiene también un trasfondo sicológico, porque sugiere algo así, como si tuviéramos un ego compartido, y la parte que yo aporto se la llevó el ser amado. “No me hallo sin ti”, nos dice que me siento incómodo, que me siento ajeno, que no estoy completo, como que algo me falta, como que las cosas no son las mismas, cuando no está el ser querido.
Quizás una de las preguntas que más nos formulan en la consulta, gira en torno a este tema. Pacientes que nos dicen “no sé si lo quiero”, “no sé si lo amo”, y se preguntan “¿cómo podré averiguarlo?”. Pues al volver al terruño encontramos la respuesta. Si la vida sigue igual cuando no está el ser amado, probablemente se debe cuestionar el vínculo. Pero si “no deseo ni pensar que me haces falta”, no cabe duda que el sentimiento habita en el corazón.