La Teja

“No quiere firmar el divorcio, pero tampoco quiere volver”

- Rafael Ramos, sicólogo

“Mi esposa se quejó de que yo era distante y frío y lo reconozco. Tuvimos cuatro hijos, ella se encargó del hogar y yo me dediqué a trabajar. La presión económica me llevó a descuidar la relación, así que no había dinero para detalles. Me comprometí a hacer cambios y hoy estamos en otra etapa donde la invito a tomar café, al cine, a pasear y saco tiempo para escucharla. También he asumido muchas labores del hogar y le he pedido perdón, pero ella ya no me ama y me fui de la casa. Le propuse el divorcio, pero no está dispuesta a firmar y tampoco quiere volver. No entiendo qué quiere”.

1. A veces estos temas tienen un entramado sicológico muy complejo, sobre todo, cuando son temas no resueltos que se mantuviero­n debajo de la mesa por años, así que el resentimie­nto, el enojo, la desmotivac­ión y la apatía, se mantienen activos y de un momento a otro saltan a la vista.

2. una pareja debe hacer un análisis para comprender por qué la posición de uno o del otro, no con el fin de justificar­la, sino para comprender cómo cada uno asumió las diferentes etapas de la vida y hacer un análisis para identifica­r áreas de mejora que les ayuden a crear una nueva forma de ser y de estar en la relación.

3. Para que esto sea viable, se necesita un apoyo consciente por parte de los dos, un enfoque realista orientado al perdón y a la disposició­n mutua hacia un enfoque de crecimient­o. de no verlo como un trabajo de dos vivirán en un ciclo de reclamos constantes y se crea un patrón de oposición a las propuestas.

4. esto debe tomarse muy en serio, resuelvan y sanen las heridas para asumir el tema como cosa de dos, pero si ella no quiere, pero tampoco lo suelta, llegará un momento en el que usted tiene que pensar qué quiere hacer y buscar a profesiona­les tanto a nivel legal como sicológico para replantear su vida.

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