El milagro del café
todavía entre los años sesenta y ochenta, en los pueblos se jugaban torneos distritales para escoger el equipo que representaría al cantón en el campeonato nacional de tercera división. la gente se ponía la ropa de domingo, iba a la actividad religiosa y luego llenaba los alrededores de los campos de fútbol. En Aserrí las semifinales fueron entre el Aserrí F.c. contra el Florense de Poás y el Aserrí Junior contra el club sport luchador, de san Gabriel.
Los entrenadores eran fijos, por ejemplo, el Aserrí F.c. era dirigido por Marcelino cascante; el Junior por Pepe calderón y el luchador por iván solano. en aquellas semifinales el Junior le ganaba a el luchador 2-0 a falta de 12 minutos; sin embargo, en forma increíble el luchador descontó y en el último minuto empató, con lo que envió el partido a tiempos de reposición. de pronto apareció un personaje, Plácido Abarca, que fue jugador del club sport luchador en tiempos pasados, del club sport uruguay en la primera división y jugó en forma profesional en el fútbol salvadoreño. no sé de dónde, pero llevaba un gran termo repleto de café caliente y oloroso. reunió a los jugadores de el luchador y les dijo “tomen medio jarro, o hasta un jarro completo, y después me cuentan”. entonces yo era un niño que solo miraba y escuchaba. con los años y por mi profesión, estudié, aprendí y entendí las propiedades y los beneficios del café, tema de una futura columna. se reanudó el partido con dos tiempos adicionales de 15 minutos y, sin exageración, los jugadores de el luchador no tocaban el suelo, como que volaban y golearon a sus rivales 4-0, clasificando a la gran final.