Atención médica de D10s “fue malísima”
Un exabogado de Diego Maradona dijo ayer que el tratamiento médico que recibió el exjugador “fue malísimo”, tras dar su testimonio en la causa que investiga su muerte.
“Los errores fueron todos porque Diego se murió, se hinchaba y se hinchaba, pobrecito, hasta que le explotó el corazón”, dijo Matías Morla al salir de la fiscalía de San Isidro, donde declaró por más de tres horas.
Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, dos semanas después de salir de la clínica Olivos, a las afueras de Buenos Aires, donde había sido operado con éxito de un hematoma subdural en la cabeza.
Él se recuperaba en una casa alquilada en Tigre, en la zona norte de la capital argentina, cerca del domicilio de Gianinna Maradona, una de sus hijas.
Mala idea. Morla consideró una locura la decisión de la familia de alojarlo en esa casa.
“Fue una locura porque la prescripción médica fue que Diego no podía salir de la clínica. No tenía por qué ir a una casa cuando los médicos le decían que tenía que estar en la clínica”, dijo.
La causa analiza la responsabilidad de siete profesionales de la salud, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luque, en un expediente caratulado como “homicidio simple con dolo eventual”, delito que contempla penas de 8 a 25 años de cárcel.
Dura visita. Morla habló sobre la última vez que visitó a Maradona, el 16 de noviembre, nueve días antes de su muerte:
“Entré a la casa, estaba con una voz rara, robótica, muy aguda e intermitente, informé a todas las personas del estado en que estaba Diego”.
Aunque la investigación judicial puede prolongarse varios años Morla anticipó que “va a haber presos con altas condenas en el juicio oral”.