Cuidado con lo que les dice a los jóvenes
Para las niñas y adolescentes es muy difícil sobrevivir en una sociedad mundial donde la exigencia de la imagen es tan rígida y desgastante. la publicidad se ha encargado de inculcar que para ser aceptada es necesario ser delgada, no envejecer y estar siempre sonriente. esto sucede desde hace muchos años, lo que ha traído como consecuencia problemas sicológicos y alimenticios en las jovencitas desde edades muy tempranas. es por eso que a la hora de educar a las niñas no es conveniente hacer críticas de su cuerpo en la transición hacia la pubertad, que sean humillantes o las descalifiquen.
Por ejemplo, una madre le decía constantemente a su hija que su cara era divina, pero que del cuello para abajo era fea. cada vez que comía, le recordaba que estaba gorda, y de seguir así nunca iba a encontrar pareja, pues a los hombres no le gustan las gordas. estas palabras calan en el inconsciente de manera negativa. limitan la posibilidad de discernir, para asumirse como una persona bonita o fea. lo cual se debe a que la madre da la fuerza para tomar la vida con todo y sus retos desde el nacimiento. Y si el mensaje es así de malo la mente infantil lo cree como una verdad absoluta sintiendo que si viene de mamá no hay que dudar.
Pueden pasar los años y la hija vista por su familia como la gorda, fea e inacentuada, por más que cambie y logre adelgazar, frente al espejo seguirá viéndose fea, aún llegando a su vida adulta. la manera correcta de ayudar a las jovencitas con problemas de peso durante los cambios físicos es preguntar siempre con todo respeto si desea ayuda de algún tipo.
Permitirles llorar cuando tengan momentos depresivos, respetar sus gustos de vestimenta y decirles que la amarán y aceptarán siempre tal cual es.
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