La Teja

SANDUSKY LLEVÓ JUSTICIA A FAMILLIA TICA

- Alejandra Portuguez Morales alejandra.portuguez@lateja.cr

Domingo 31 De octubre Del 2021

El estadounid­ense Stephen Paul Sandusky, una de las seis víctimas de la masacre de Buenos Aires, descubiert­a hace quince días en la zona sur, es recordado con cariño por muchas personas de Llano Bonito, sitio donde sucedió la matanza.

Sandusky se asentó en esta comunidad entre el 2004 y 2005, él le dio trabajo a los lugareños e intentó hacer crecer económicam­ente a la comunidad, pero además fue clave para resolver el asesinato del costarrice­nse Edgar Rojas Blanco, de 41 años, homicidio que ocurrió en la misma finca donde mataron a Sandusky el 17 de octubre de este año.

Potranco como le decían de cariño a Edgar Rojas, fue atacado la mañana del lunes 14 de agosto del 2006, al recibir un disparo que le provocó la muerte en minutos. En medio de su agonía agarró el celular y llamó a Sandusky, primero para pedirle ayuda y también para decirle el nombre de quién lo había atacado: el expolicía Gerardo Saldaña Araúz, quien tenía escasos días de haber dejado de trabajar con Stephen y Rojas.

William Rojas, hermano de Edgar, junto con sus otros allegados y su mamá, doña Hilda Blanco, viven agradecido­s con el estadounid­ense porque su declaració­n en el Tribunal Penal de Pérez Zeledón fue esencial para que obtuviera justicia su ser querido.

Sin embargo, en este mes revivieron el dolor, 15 años después de haber perdido a su pariente, debido a la masacre en la que fue asesinado Stephen junto a César Quesada y Claudia Alina Villarevia (esposos), Daniel Quesada (hijo mayor de la pareja) y los novios Willy Borbón Muñoz y Susan Zúñiga.

“Nosotros siempre hemos sido de Cañas, Buenos Aires, que está a la par de Llano Bonito, mi hermano tenía su finca y trabajaba tanto en la de él como en la de los otros dueños, fue así como llegó a conocer a Stephen, ya que Edgar le trabajó a la persona que le vendió al gringo y por medio de una recomendac­ión se convirtió en un peón para él.

“Ellos estaban formando una sociedad para tener ganado y como don Stephen no sabía nada sobre reses, él le dijo a mi hermano ‘yo pongo el ganado y la finca, mientras que usted pone su conocimien­to y así tenemos este negocio’”, recordó William.

Esta situación, de ganar ganar, hizo que pasara de ser empleado a socio de Sandusky, el negocio entre ellos iba muy bien, asimismo, Edgar seguía moviendo peones para que le dieran el mantenimie­nto necesario a la propiedad.

De acuerdo con la familia de Rojas, Gerardo Saldaña era peón de Stephen y de Edgar, les ayudaba con las limpiezas. Los problemas con Saldaña surgieron cuando se perdieron 37 láminas de zinc, perling, cajas de hierro, entre otros materiales de construcci­ón que eran para hacer un corral entechado.

“Ellos (Edgar y Saldaña) tuvieron una discusión, mi hermano le dijo ‘usted se robó el zinc’ , Gerardo lo sentenció y le dijo que lo iba a matar, pero mi hermano como lo conocía le dijo ‘aquí usted no mata nada’”, recordó William.

Después de esta situación Saldaña fue despedido.

El domingo antes de ser asesinado, Edgar llamó a un primo y le dijo que denunciarí­a a Saldaña por el robo.

Al amanecer del lunes, horas antes de morir, Edgar pasó por la casa de su mamá, doña Hilda, y como si ella presintier­a algo le dijo que no fuera a la finca, pero él le dijo que debía ir a dejar un peón, se subió a un cuadracicl­o que era del estadounid­ense y se fue.

Cuando él estaba bajando hacia otra finca, luego de dejar al empleado, ocurrió la agresión.

“A mi hermano lo atacaron en una curva cerrada, en medio de un cañal, seguro lo paró y le disparó, el tiro le entró por la espalda, el cuadracicl­o que andaba se lo quitó y lo tiró a un guindo, me imagino que el responsabl­e solo andaba un tiro, no le pudo quitar el celular y esa fue la salvada de mi hermano, si se lo hubiese quitado, segurament­e se muere allí y eso queda impune porque hubiese pasado mucho tiempo para que lo encontrára­mos, seguro hubiese quedado impune”, analizó William.

Agregó que el norteameri­cano Sandusky enloqueció y hasta llegó armado al lugar en el que quedó Edgar recostado a unos árboles de amarillón y corteza.

“Un cuñado de nosotros, de nombre José Ceciliano, lo recogió en un carro, pero murió en el Ceibo, cuando lo llevaban para el hospital de Buenos Aires”, recordó el hermano.

Saldaña huyó del sitio, se fue para la casa, en donde supuestame­nte se bañó para borrar los residuos de pólvora.

“El arma que utilizó no era de él, se la habían prestado”, recordó William.

Su hermano fue sepultado en el cementerio de Cañas, Buenos Aires, junto al papá.

Las autoridade­s detuvieron al asesino el martes 15 de agosto del 2006, en ese momento lo acusaban de los delitos de homicidio calificado en contra de Edgar Rojas y hurto simple contra Stephen.

Estuvo en prisión preventiva y el juicio comenzó el martes 23 de octubre del 2007, terminó el lunes 26 de noviembre de ese mismo año a las 9 a.m. en el Tribunal Penal de Pérez Zeledón. Durante el debate Stephen declaró todo lo que sabía.

Los expediente­s judiciales señalan que los jueces decidieron cambiar el delito de homicidio calificado a homicidio simple y además no encontraro­n pruebas suficien

tes contra Saldaña por el robo de los materiales de construcci­ón.

“Este Tribunal resuelve declarar a Gerardo Saldaña Arauz, absuelto de toda pena y responsabi­lidad por el delito de hurto simple en perjuicio de Stephen Sandusky y se declara autor responsabl­e del delito de homicidio simple en perjuicio de Edgar Rojas Blanco, por lo que se le impone la pena de doce años de prisión”, dice el por tanto.

“La declaració­n de Stephen fue fundamenta­l en un lugar donde no había testigos, nunca estuvimos satisfecho­s con la condena, pero siempre agradecimo­s que tuviera un poquito de justicia”, usticia”, dijo William.

Muerte por or venganza. Luego de varios rios recursos de apelación y casación los jueces concluyero­n ron que la agresión fue por venganza.

“Es criterio del Tribunal que de la prueba recabada, lo que se desprende es que el acusado dio muerte al ofendido motivado en un fin de venganza….antes de los hechos existía una enemistad entre Saldaña y el ofendido, motivada por haber sido despedido del trabajo por Edgar Rojas, ya que éste sospechaba que el encartado había sustraído unas láminas de zinc y perling, siendo este un hecho conocido por el encartado por cuanto el ofendido le manifestó sus sospechas a varias personas de la comunidad de Llano Bonito.

“El acusado le dijo al testigo José Antonio Madrigal, que considerab­a la posibilida­d de matar al ofendido, porque el ofendido se entrometía en su vida y trabajo al punto de que lo despidiero­n, e incluso un día antes de la muerte del ofendido, el encartado retó a pelear a Edgar al enterarse que había presentado una denuncia en la Fiscalía de Buenos Aires por la sustracció­n, circunstan­cias que denotan que el acusado estaba sumamente molesto con el ofendido...”, señaló la Sala de Casación Penal, el 23 de mayo del 2008, ante los recursos interpuest­os por la defensa de Saldaña y el Ministerio Público.

La vida cambió para todos. William asegura que después del homicidio de su hermano, Stephen mantuvo las reses un tiempo, luego las vendió porque lo asaltaban a cada rato.

“En la propiedad don Stephen comenzó a sembrar café, mi hermano era muy respetado en la comunidad,

Domingo 31 De octubre Del 2021 pero luego de su muerte todo cambió, luego de la muerte de mi hermano no había ocurrido ningún otro asesinato, hasta ahora quince años después con la masacre”, mencionó William.

Edgar dejó tres hijos, ellos ahora viven en Uvita, Osa.

“Él era muy amoroso con sus hijos, una persona muy recta y honrada, eso sí, mi hermano no se dejaba atropellar por nadie. Nuestro pueblo es de buena gente, de buenos principios, pero estos hechos nos han marcado”, aseguró.

Stephen pasaba de vez en cuando a saludar a doña Hilda Blanco, mamá de Edgar. Ella fue muy fuerte porque en tres años seguidos perdió a tres personas importante­s, primero su esposo, Víctor Rojas, luego a sus hijos Edgar y Carlos, quien murió de muerte natural.

“Mamá es una guerrera, es una señora muy fuerte, el dolor lo llevará por dentro y aquí sigue con nosotros”, concluyó don William, quien guarda con mucho cariño unas espuelas de montar a caballo porque eran de su hermano.

Saldaña murió en el 2013, no cumplió toda la condena ya que sufría de un cáncer.

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Stephen Paul Sandusky ayudó a resolver la muerte de su socio y amigo.
CORTESÍA Edgar fue asesinado en el 2006, desde ese año no ocurrían asesinatos en Llano Bonito de Buenos Aires. Stephen Paul Sandusky ayudó a resolver la muerte de su socio y amigo.
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La finca de Stephen Sandusky tenía una vista hermosa.
Stephen Sandusky les dio trabajo a los lugareños.
Edgar fue asesinado de un balazo por la espalda.
FOTO DAILYMAIL.CO.UK FOTO: CHIRRIPÓ BIENES RAÍCES DAILYNEWS FELIPE QUESADA En esta propiedad ocurrió la masacre este 17 de octubre. La finca de Stephen Sandusky tenía una vista hermosa. Stephen Sandusky les dio trabajo a los lugareños. Edgar fue asesinado de un balazo por la espalda.

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