Profe recibió dura lección
No confiar en Ignacio Santos le salió caro a la profesora de Inglés Marianela Castro en ¿Quién quiere ser millonario?
Ella es una de las participantes que se sentó en la silla caliente en el programa de este martes y se tuvo que devolver a su casa en Liberia, Guanacaste, con apenas cinco tejitas debido a que no aceptó el consejo que le dio el presentador en una de las preguntas.
A ella le cuestionaron en la pregunta número 7: ¿cuál es el nombre comercial de la vacuna de Pfizer? Al verla dudando, Santos le dijo que recordara que podía usar comodines y ella pensó que más bien esas palabras eran para hacerle una zancadilla.
Dio la respuesta equivocada al decir BioNtech, cuando el nombre correcto es Comirnaty, una palabra que ella nunca había escuchado.
“Fue una experiencia muy linda, es un sueño que cumplí y ya con eso estoy más que contenta y el premio es más de lo que tenía cuando llegué. La lección que me llevo es de ser menos porfiada, porque yo pensaba que don Ignacio me quería agarrar de maje para gastar un comodín, entonces digo que aprendí que tengo que trabajar para dejar de ser tan desconfiada”, aseguró al finalizar el programa.
A pesar del mal trago, ella está muy contenta, ya que podrá utilizar los quinientos mil colones que se ganó en reparar su casita, que se vio afectada porque se le inundó con las lluvias de setiembre.
“La plata está destinada a mejoras para evitar futuras inundaciones, es más que con lo que llegué”, aseguró.
La profe contó que sus alumnos de la escuela Alba Ocampo estuvieron muy atentos a su participación y la felicitaron porque saben que no es fácil llegar a ese lugar.
Le fue mejor. El otro participante de la noche fue el sicólogo Geison Garita, vecino de El Coyol de Alajuela.
A él le fue un poquito mejor que a Marianela, se llevó millón y medio de colones porque se retiró en la pregunta 9 para evitar perder lo que tenía ganado hasta ese momento.