QUIEREN MANDAR DE PASEO AL QR
El código QR para verificar la vacunación en comercios le traerá, en enero, mucha tranquilidad a las personas inmunizadas.
Sin embargo, la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) le pidió a las autoridades que atrasen la obligatoriedad hasta después de Semana Santa para no afectar a los turistas.
Rubén Acón, presidente de la Cámara, dijo que no están en contra de la vacunación, pero que según una encuesta que hicieron entre sus afiliados, la semana pasada, 58 de cada 100 informaron que desde que el Gobierno anunció la medida recibieron un 15% de cancelación de las reservaciones, lo que representa pérdidas económicas de $ 2,6 millones (unos ¢1.700.000.000).
Pero, si lo vemos desde el punto de vista sanitario, ¿qué tan beneficioso sería ese atraso de cuatro meses para exigirlo?
Juan José Romero, epidemiólogo de la UNA, explica que es complicado separar el tema sanitario del económico, pero si no le piden el código QR a los turistas, no se lo pueden pedir tampoco a los nacionales, porque eso crea discriminación.
“Eso implicaría no pedírselo a nadie y al final no se puede tener una aplicación selectiva, tiene que ser generalizada. El propósito que tiene el código QR es estimular la vacunación y tener lugares seguros y si lo aplazamos, se perdería el mismo”, añadió Romero.
El epidemiólogo idemiólogo dice di que alal gunos dueños de restaurantes le dijeron que seguirán trabajando con el 50% de aforo y sin el código, pero ¿lo harán así los hoteles, los casinos o servicios de turismo en general?
“No, la idea de abrir estadios, dios producir prod ir conciertos ciertos y hacer eventos masivos usando el código QR es garantizándole a las personas que van a tener desde el punto de vista de vacunación, el ambiente más seguro posible.
“Podría darse el efecto ‘yoyo’, en un momento aflojamos y vamos para arriba con los casos y entonces tenemos que socar para bajarlos y estamos en ese subibaja. Uno trataría de tener el escenario más estable posible, que es lo que se ha hecho durante los últimos meses, pese al pésimo escenario con muchos internados y muertos, y aún así se mantuvo muy abierta la economía, al punto que el crecimiento económico superó las expectativas según el propio Banco Central”, dijo Romero.
Rebrote. Para el experto sanitario, la petición del sector turismo está basada en la baja actual de contagios, pero nada nos garantiza que seguirá así, porque viene la Navidad, Año Nuevo, verano y es bastante esperable que haya un rebrote en enero por que la gente va a hacer fiesta y se reunirá con o sin código QR y aún hay 1,5 millones de personas no vacun a d a s, incluyendo niños.
“Yo entiendo que estén pensando en hacer su agosto en temporada alta, pero hay que pensar también en el tema sanitario. Además reclaman que se le pida a los turistas eso, pero cualquier tico que vaya a Estados Unidos o algunos países de Europa no lo dejan entrar si no presenta el certificado de vacunación, entonces ¿uno sí tiene que aceptar a todo el que venga?”, continuó el epidemiólogo.
Romero recalcó en que por más seguro que sea el ambiente donde estemos, no debemos dejar de lado el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico y el lavado de manos.
Canatur recriminó que el Gobierno esté creando, lo que el sector llama, una nueva ola artificial que dejará un efecto devastador e irreversible en la actividad turística.
“Una vez más nos vemos en la obligación de recurrir al lamento público, necesitamos que nos escuchen, son miles de familias y empleos que se están perdiendo por la indolencia de algunos jerarcas de no aceptar medidas alternativas menos gravosas”,
agregó Acón.
Si los otros no se quieren cuidar, cuídese usted, si todos lo hacen, nos cuidamos unos a otros”.
Juan José Romero epidemiólogo