CHEPITO Y DESAMPA
desampa, cantón fundado en 1862, es uno de los más densamente poblados del Área Metropolitana con 235,863 habitantes en 118,26 km².
A su gente, durante muchos años, le sacaron del bolsillo aportes para el sindicato municipal para del disfrute de actividades culturales, deportivas y recreativas, así como para compra de útiles, consultas médicas y salud ocupacional. los desamparadeños también les pagaban a los funcionarios de su gobierno local renovaciones de licencias, dictámenes médicos, multas impuestas a choferes de su municipalidad y 16 años de cesantía.
Hoy, para su suerte, ya no deben sostener con el sudor de su frente estos beneficios gracias a que en tres años la Sala IV encontró incompatibilidad entre la constitución Política y abusos otorgados en 34 convenciones colectivas en diversas instituciones. la sentencia más reciente, y que liberó de estas cargas a los desamparadeños, es del 24 de noviembre. los magistrados han eliminado 83 artículos de esas convenciones colectivas que permitían paga servicios médicos privados a funcionarios de la caja del Seguro. También financiaba festines de fin de año y, a diferencia del común de los mortales, los beneficiados cobraban el equivalente al 100% del salario cuando se incapacitaban y hasta 20 años de cesantía. de allí las caras largas en Recope, banco Popular y Japdeva. esta última ni siquiera ha podido finalizar su reestructuración para no desaparecer porque una cláusula convenida con los sindicatos en el 2002 comprometió los fondos requeridos para reducir la planilla. las limitaciones a estos abusos están en la ley de Empleo Público, frenos que ya pasaron la revisión de la Sala Cuarta. Falta que a los diputados no les tiemble la mano.