PSG RECUPERÓ LA SONRISA
El París Saint Germain volvió a sonreír este martes luego de la goleada por 4-1 que le propinó al Brujas, de Bélgica, en la jornada final de la fase de grupos de la Champions League, la cual el costarricense Keylor Navas vio desde la banca.
¿Le habrán cobrado el error que cometió el sábado pasado ante el Lens o Mauricio Pochettino siguió con las rotaciones? El entrenador defendió que por rol le tocaba al italiano Gianluigi Donnarumma, quien se vio bien en el duelo europeo sin nada qué hacer en la anotación de los visitantes.
El duelo anterior ante el Manchester City lo había disputado el guardameta costarricense.
Sin nada más en juego para los parisinos que cerrar la fase de grupos y despedir la Champions hasta febrero con buen sabor de boca, el PSG, que ya tenía asegurada su presencia en octavos en calidad de segundo de su grupo, hizo disfrutar a su público en una fría noche a las puertas del invierno europeo en la que las dos principales estrellas del equipo pusieron el calor por partida doble.
“No había nada en juego, pero la Liga de Campeones sigue siendo la Liga de Campeones. Nos tomamos este partido en serio, queríamos calentar a nuestro público y lo hemos logrado”, dijo Mbappé.
Sin presión y con un espíritu más libre, los locales brindaron por fin un puñado de goles a una afición desencantada por la ausencia de espectáculo en el Parque de los Príncipes. Eso sí, lo hicieron ante la peor defensa de la fase de grupos de la Champions, con 19 goles encajados en seis partidos.
“Espero que sea un punto de partida para progresar porque aún tenemos que progresar”, afirmó el técnico argentino Mauricio Pochettino, “contento con el nivel de juego en el primer tiempo y con el rendimiento general”.
No habían pasado siete minutos de partido cuando los locales dominaban 2-0 al conjunto belga con un doblete de Mbappé. El campeón del mundo francés ajustó con el interior de su pie derecho un rechace del arquero visitante (2) y empalmó de volea un centro inteligente del argentino Ángel Di María (7).
La sentencia del choque llegaría antes del descanso con un disparo ajustado de Messi con la zurda desde el balcón del área previo pase del propio Mbappé.
El argentino firmaría su segundo doblete con su nueva camiseta desde los once metros con un disparo raso y potente ante el que nada pudo hacer Simon Mignolet.